15/10/2025
Señor mío, en este momento me detengo y respiro profundo. Siento el peso de los días, de las responsabilidades y de las emociones que no siempre sé manejar. Pero en medio de todo, reconozco que necesito Tu paz más que cualquier otra cosa.
Te pido, Dios, que entres en mi mente y calmes mis pensamientos. Que silencies las voces del miedo, del “no puedo”, del “ya no vale la pena”. Recuérdame que no tengo que tener todas las respuestas, que no necesito entenderlo todo para confiar en Ti.
Enséñame a descansar en Tu amor, a dejar de pelear contra lo que no puedo cambiar y a abrazar con fe el proceso que me estás haciendo vivir. Si algo se cierra, hazme entender que es porque tienes algo mejor preparado. Si algo se demora, que no pierda la esperanza.
Lléname de una paz profunda, esa que no depende de lo que pasa afuera, sino de lo que Tú haces dentro de mí. Que mi corazón aprenda a decir: “Todo estará bien, porque Dios sigue al control”. Hoy te entrego mi ansiedad, mis miedos, mis cargas y mi cansancio. Tú sabes lo que necesito antes de pedirlo. Gracias por Tu amor incondicional, por tu presencia constante y por la calma que llega cuando dejo que Tú tomes el timón de mi vida. Amén.
Pf Cosas de Dios