11/07/2025
Hay familiares que, en lugar de apoyarte, te sabotean…
Te critican, te envidian, te juzgan, te drenan.
Son tu propia sangre, pero se quieren aprovechar de ti.
Cuando ven que te está yendo bien, muchas veces los hermanos, los sobrinos, los primos, los tíos, empiezan a pedirte dinero prestado.
Y cuando tú les haces el favor, luego ya no te devuelven. Entonces si les cobras, eres el malo de la película: “La plata te ha cambiado”, “para la miseria que me has prestado”, y así, se molestan, te ponen caras…
Luego tu aprendes la lección y dices: “nunca más voy prestar.” Y entonces cuando algunos familiares te llaman y te dicen: “Primo, mira, hazme un favor primo, préstame cien… solo es por una semanita primito lindo.”
Tu les dices que no, y ellos igual piensan que eres malo. Piensan que eres egoísta, que eres materialista, avaro, codicioso, que teniendo plata no les haces un favor. Que no los quieres ayudar.
Si vienes de una familia pobre y encima numerosa, tienes que tener muy en claro que, para salir adelante, requieres tener fortaleza mental y emocional. Además, esto es lógico porque no se trata de ser malo, sino de entender que, para ayudar a otros, primero te tienes que ayudar a ti mismo. Tú mismo tienes que ser tu máxima prioridad.
Ya más adelante, cuando te hayas consolidado y tengas más abundancia de recursos, allí recién podrás ayudar, mientras tanto, debes saber decir NO, no puedo.
Salvo que se trate de tus padres, de tus hermanos, hijos o un tema de salud extremo, considera siempre decir que NO, que no puedes, que ahora tienes prioridades.
Esto significa, número, establecer límites. Si no estableces limites, te ganará el sentimentalismo, la pena, las emociones, y muchas veces terminas afectado.
Número dos, la reciprocidad. A veces en la propia familia hay gente conchuda: quieren que los ayuden, que les hagan favores, pero ellos nunca te pagan con la misma moneda y así no funciona la vida. En la vida uno tiene que ser reciproco. Si te ayudan, ayudas.
Y, número tres, educación financiera: cuando no hay educación financiera el dinero termina afectando las relaciones familiares. Por eso es importante poner en la familia como un tema importante la educación financiera, porque al final, la mejor forma de ayudar a los demás es demostrándoles que ellos también pueden generar sus propios recursos.
Darles el ejemplo y demostrarles que alguien de la familia, cuando se lo propone, puede surgir. Esa es la mejor manera de ayudarlos.