03/11/2025
Efecto Replay
Por EL OSO
A veces los recuerdos regresan sin ser llamados, como si el tiempo tuviera un botón secreto para reproducir los instantes donde fuimos felices. No es nostalgia, es algo más parecido a una proyección interior: una película que mi memoria insiste en volver a mostrarme.
Recuerdo una tarde cualquiera, comiendo pizza contigo. Pedimos más de la cuenta, reímos de nuestra torpeza para medir el hambre, y terminamos llevando lo que sobró a unos amigos en un bar. No fue solo una pizza; fue la certeza de que compartir también podía ser una forma de quererse.
Luego viene la carretera. El viaje en moto. El cielo que se abre y, de repente, el aguacero que nos sorprende sin refugio. Podríamos habernos detenido, pero no lo hicimos. Seguimos bajo la lluvia, empapados, riendo, como si la tormenta también celebrara que estábamos vivos y juntos.
Pienso en aquellas series que solo avanzaban si el otro estaba presente. Era un pacto silencioso, una rutina que nos daba sentido: no se trataba de ver la historia, sino de verla acompañados.
Y recuerdo la Navidad en la que decidimos regalar sin esperar nada. Los niños sin juguetes, las calles llenas de frío, los rostros sorprendidos ante un gesto simple. Después vendrían otros días: repartiendo comida a quienes dormían en las aceras, hablando con ancianos que ya casi nadie escuchaba, recolectando ropa y alimentos para quienes el mundo parecía haber olvidado.
Tengo mil recuerdos más. Todos me devuelven a lo mismo: a esa alegría serena que se siente cuando uno coincide con alguien que comparte no solo los días, sino también las ganas de hacerlos significativos.
A veces el efecto replay no es un capricho de la memoria, sino una forma de recordarnos que hubo momentos donde el amor, la bondad y la complicidad fueron tan reales que el tiempo, por más que pase, no ha podido borrarlos.
Sobre el autor:
EL OSO es el seudónimo literario de un escritor y tallerista colombiano que explora en su obra los vínculos humanos, la memoria afectiva y la relación entre arte y vida cotidiana. Su escritura combina el tono íntimo del diario con la profundidad simbólica del relato breve.