06/09/2025
NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE BELÉN
🙏🏻🌹DIA OCTAVO🌹🙏🏻
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Postrados a tus pies humildemente, oh Reina del cielo y de la tierra, Señora nuestra de Belén, te ofrezco, el homenaje de mi fe, de mi confianza y de mi amor. Deseo estar en tu presencia durante estos momentos de meditación y de plegarias.
Un incontable número de pecados mancha mi alma y atormenta mi conciencia; he contristado el corazón de Dios y de mi Madre del Cielo. Estoy arrepentido, siento profunda pena y dolor, ¡Oh, quien pudiera borrar con lágrimas todas las prevaricaciones de mi vida! y como eres Madre de los pecadores y es tan grande tu misericordia, me acerco lleno de confianza a suplicarte me perdones, purifiques mi alma, santifiques mis pensamientos, mis deseos, mis defectos y mis obras. Quiero dejar en tus manos, Madre mía, un propósito firme, sincero y eficaz, para vivir en adelante en gracia y amistad con Dios, para morir dulcemente en tu regazo maternal y cantar eternamente tus glorias en el Cielo. Amén.
DÍA OCTAVO
EL TRONO DE LA REINA
En el fondo del presbiterio enchapado en marmolina y engastado en hojillas de oro, se levanta el precioso altar, severo y elegante, en sus líneas, litúrgico y piadoso, encendido de luces, inmaculado de pétalos, arropado de damascos y linos y recogiéndose en pabellón de suplicas hacia el cielo, surge el trono de la Virgen de Belén, de estilo refinado y máxima seguridad, un derroche de molduras y arte, un triunfo de belleza y amor.
Resplandece en el centro, iluminado por pantallas de luz indirecta, el lienzo del milagro, objeto de todos los amores, y de todas las esperanzas en un marco de plata, bruñido de oro, con molduras simbólicas, en alto relieve. Sobre el manto azul oscuro, brillan engastados cuarenta luceritos de oro. Diamantes, topacios y amatistas, aguamarinas, rubíes y zafiros blancos, rubíes rosa, perlas y esmeraldas obsequiadas por los fieles, palpitan, como gotas de luz en la corona de oro purísimo, estilo damasco que descansa sobre su frente divina, y en el cetro también de oro, que lleva en sus manos, símbolo del señorío de la Virgen de Belén sobre su pueblo. Arriba, en un fondo azul, como un pedazo de cielo brilla una gran estrella de cristal y al fondo inmensos cuadros murales escriben en colores y pinceles la historia de las apariciones. A la derecha en la parte superior aparece el paisaje autentico, del cerro de la trinidad y el manantial de Belén, una choza de juncos, donde vivía la indiecita Catalina. Enseguida la buena mujer, lava la ropa en un remanso del rio. Después catalina en éxtasis de amor contempla el lienzo iluminado con la Virgen de Belén.
A la izquierda el personaje ingles con botas de explorador e instrumentos científicos contempla el cuadro de la virgen y graba en su memoria un recuerdo imborrable. Enseguida una tempestad desgarra los mástiles y abre un abismo. Otro cuadro representa el mar en calma y la nave que milagrosamente sigue su ruta.
Arriba una procesión solemne en la que el misionero de la encomienda conduce triunfante el milagroso lienzo desde la choza de Catalina hasta la villa de Salazar. En frente los milagros de la Virgen: paralíticos que andan, ciegos que ven, amenazados que se salvan, y pecadores que se convierten.
*EJEMPLO* :
El medico había diagnosticado un tumor en el estómago y urgía como única esperanza una operación inmediata.
La señora pide al cirujano un plazo de nueve días y hace una fervorosa novena a la Virgen de Belén. Al terminarla se presenta al médico para determinar el día de la operación y contratar un lugar en el pensionado de la clínica. Y al practicar el examen preparatorio el medico desconcertado, encuentra que el tumor ha desaparecido de una manera científicamente inexplicable. La Virgen la había curado milagrosamente.
🙏 (Hágase la petición)🙏
GOZOS
Por la estrella que en la frente
De tu Hijo parece arder,
¡Sálvanos, Madre querida!
¡Dulce Virgen de Belén!
Llegaste, Señora un día
Por los senderos del agua;
Y eres celeste piragua,
Rico y precioso bajel.
Por eso en el mar airado
Donde el alma se haya hundida,
¡Sálvanos, Madre querida!
¡Dulce Virgen de Belén!
Los Cineras belicosos
Ya son todos bautizados.
Pero su fe de soldados
Es necesario encender.
Por eso bajaste a ellos
De resplandores vestida,
Indígena y pobre choza
Te recibe alborozada,
Que una indiecita arrobada,
Ven convertirse en edén,
Transformada también la choza,
De nuestra alma arrepentida
¡Sálvanos, Madre querida!
¡Dulce Virgen de Belén!
Para honrarte cual se debe
A la Reina de los Cielos,
Cristianos llenos de celo
En templo te han de poner.
Haz que de tu amor un templo
Yo levante con mi vida.
¡Sálvanos, Madre querida!
¡Dulce Virgen de Belén!
Pero tú no te conformas,
Y cerca de la indiecita
Que está en su choza contrita
Te apresuras a volver
Así si el alma está lejos
Y tu protección olvida
¡Sálvanos, Madre querida!
¡Dulce Virgen de Belén!
Ya llevas a tu lado
Junto a la humilde capilla
Donde tu alma sencilla
Vuelve en Dios a renacer
Haznos vivir a tu lado
Antes de dejar la vida
¡Sálvanos, Madre querida!
¡Dulce Virgen de Belén!
Las cifras de tus milagros
Es mayor que tus devotos
Y aun así miles de exvotos
Viene el afecto a traer
Porque tú eres de los hombres
Abogada compasiva
¡Sálvanos, Madre querida!
¡Dulce Virgen de Belén!
Míranos, Madre bendita,
Con miradas compasivas
Miras a tus almas cautivas
Del olvido y del placer
Por la lumbre de esa estrella
Que a tu regazo convida
¡Sálvanos, Madre querida!
¡Dulce Virgen de Belén!
Esa corona de reina
Que tu casta sien rodea
Es de tu gloria presea
e insignia de tu poder
dame a mirar en el cielo
tu dulce frente ceñida
¡Sálvanos, Madre querida!
¡Dulce Virgen de Belén!
Por la estrella que en la frente
De tu hijo parece arder
¡Sálvanos, Madre querida!
¡Dulce Virgen de Belén!
ORACIÓN FINAL
¡Oh inmaculada Madre de Jesús y María Mía, queridísima reina de Belén, que has manifestado maternal complacencia al dejar tu imagen celestial grabada en un lienzo milagroso! ¡Oh dispensadora de todas las gracias que atiendes las plegarias de tus hijos con un derroche de gracias para el alma, de suavísimos consuelos para el corazón y de remedios oportunos para todas las necesidades, con todo fervor renuevo mi súplica y dejo en tu regazo mi petición.
¡Oh Madre compasiva de los pecadores, rompe las cadenas que me atan al pecado; cierra mis oídos a los engaños del mundo y respeto humano; serena las tempestades del corazón cuando me asalten las tentaciones, aparta mis pasos de las ocasiones peligrosas y guarda mis sentidos de las seducciones del mal y de las acometidas del demonio. Haz esplendorosa antorcha de la fe, para que en las dudas de la mente, en las vacilaciones de la voluntad y en las zozobras del corazón, encamine siempre mis pasos por la senda de los mandamientos de Dios y de la Iglesia.
Fija mi esperanza más allá de las criaturas, en la suprema recompensa del cielo. Prepara cuidadosamente mi alma para la gracia, cuando me acerque a recibir los sacramentos: enséñame el fervor y el recogimiento en la oración, cuando venga a conversar con Dios santifica mi vida entera: hazla fecunda en obras de misericordia y en méritos para la eternidad. Abraza mi corazón con el fuego de un amor vivísimo a tu Divino Hijo. Que sea objeto supremo de mi existencia, conocerte y alabarte, amarte y servirte en esta vida y después de un santa muerte, cantar eternamente tus glorias en el cielo, con los ángeles y santos, por Jesucristo Nuestro Señor.
🙏🏻🌹AMÉN🌹🙏🏻