
09/07/2025
Durante más de dos décadas, Jiang Yanchen vivió literalmente doblado por la mitad, con la cabeza tan inclinada hacia atrás que apenas quedaba espacio entre su cráneo y la espalda. Atrapado por una severa espondilitis anquilosante que deformó su columna hasta reducir su estatura a solo un metro, pasó 21 años sin poder acostarse ni mirar al frente. Pero su voluntad fue más fuerte que el dolor: rindió el examen de ingreso a la universidad recostado en una colchoneta y fue aceptado para estudiar Ingeniería en Energía. En el último año, se sometió a cuatro cirugías sumamente complejas en las que los médicos fracturaron y reacomodaron su columna vertebral, corrigiendo una curvatura extrema de 170 grados. La última intervención duró más de 12 horas, y fue tan exigente que el cirujano principal tuvo que arrodillarse para continuar operando. Gracias a estos procedimientos, Jiang puede acostarse plano por primera vez en su vida y se prepara para alcanzar su próximo sueño: llegar al posgrado caminando erguido. Su historia no solo conmueve: nos presenta los límites de la resiliencia humana.
Tomado de: Conocimientum