15/10/2025
📱 El poder del scroll: cuando tu dedo no para, pero tu mente pide descanso
Sección: Ciencia y sociedad digital
Deslizar el dedo se ha vuelto un acto automático, casi hipnótico. Un video, otro, otro más… y cuando miras el reloj, han pasado horas. El scroll esa acción de deslizar sin fin parece inofensivo, pero está reconfigurando la manera en que pensamos, sentimos y descansamos.
¿Asi estamos todos moviendo el dedo sin parar por la pantalla, viendo video tras video sin saber exactamente qué estámos buscando? Ese movimiento tiene nombre: scroll. Es lo que hacemos al deslizar el dedo hacia arriba o abajo en el celular, recorriendo redes sociales infinitas como Facebook, Instagram y YouTube Shorts.
📢¿Se ha quedado dormido con el celular, tableta, computador?
📢¿Se le ha caído el celular al piso o en la cara por quedarse dormido?
📢¿Ya tiene la joroba del celular y sequedad en los ojos?
A primera vista parece algo inofensivo: un pasatiempo, una forma de “desconectarse”. Pero en realidad, el scroll continuo activa los mismos mecanismos del cerebro que los juegos de azar. Cada nuevo video o imagen es como una “mini recompensa”, una dosis de dopamina que nos mantiene pegados, esperando el siguiente estímulo.
Los videos cortos están diseñados para eso: captar tu atención en segundos. Si no te enganchan, pasas al siguiente. Y mientras tanto, las plataformas estudian tus reacciones para mostrarte contenido cada vez más adictivo.
Pero ahí no termina el juego. Cuando estás viendo un video o editando uno propio, aparecen las propagandas invasivas: anuncios que interrumpen, ruletas que prometen premios, juegos que te piden “solo un toque más” o supuestas recompensas por mirar unos segundos. Muchos de estos formatos como los que usan plataformas tipo TEMU entre otras, están hechos para generar ansiedad, urgencia y sensación de escasez: “¡solo por hoy!”, “¡último descuento!”, “¡gira y gana!”.
Sin darnos cuenta, ese bombardeo constante de estímulos cansa al cerebro, reduce la capacidad de concentración y provoca insatisfacción e inseguridad, porque siempre parece que falta algo más por conseguir o mirar. Es lo que los psicólogos llaman “fatiga digital”: el punto en el que el cerebro pide silencio, pero el dedo sigue scrolleando.
A eso se suma el phubbing: el hábito de ignorar a quien tienes al frente por mirar el celular. Es una consecuencia directa del exceso digital: menos contacto humano, más aislamiento, más ansiedad.
En pocas palabras: el scroll nos conecta con el mundo, pero también nos puede desconectar de nosotros mismos.
🧩 Lo que revela la ciencia: cómo los videos cortos y el scroll afectan el cerebro
Las últimas investigaciones en neurociencia digital confirman que la exposición prolongada a videos cortos y scroll infinito produce alteraciones reales en la estructura y el funcionamiento del cerebro.
Un estudio reciente publicado en NeuroImage (Gao et al., 2025) analizó la adicción a los videos cortos y halló cambios significativos en la corteza orbitofrontal, el cíngulo posterior y la región dorsolateral prefrontal, áreas que regulan la toma de decisiones, la atención y la autorregulación emocional. Estos cambios están asociados con déficit de concentración, impulsividad, ansiedad y pérdida de motivación.
🔗 ScienceDirect, 2025
Asimismo, investigaciones publicadas en PubMed (2025) muestran que el uso excesivo de videos cortos activa rutas cerebrales de recompensa dopaminérgica similares a las de las sustancias adictivas, lo que genera una sensación efímera de placer seguida por fatiga mental, irritabilidad y desánimo.
🔗 PubMed, 2025
Por otra parte, el scroll infinito también altera el equilibrio cognitivo. Estudios recientes de la Universidad de Toronto y arXiv (2024–2025) demuestran que las interfaces sin pausas cognitivas impiden el descanso neuronal, reducen la memoria y provocan un fenómeno conocido como “agotamiento atencional progresivo”, que afecta la creatividad y la empatía social.
🔗 arXiv, 2025
En conjunto, la sobreestimulación constante por imágenes, sonidos y recompensas visuales está provocando una fatiga cerebral silenciosa que ya se reconoce como un trastorno emergente de salud pública. Los síntomas más comunes incluyen lentitud mental, pereza aprendida, alteraciones del sueño, ansiedad y pérdida de empatía.
Por eso, hacer pausas digitales no es solo una recomendación:
es una forma urgente de autocuidado y de defensa ante la manipulación tecnológica.
Elegir contenidos con valor educativo, cultural o científico es hoy una forma de sanar la mente y volver a sentir con conciencia.
📚 Bibliografía
Gao, Y. et al. (2025). Neuroanatomical and functional substrates of the short video addiction and its association with brain transcriptomic and cellular architecture. NeuroImage.
🔗 https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S105381192500031X
PubMed (2025). Neuroanatomical and functional substrates of the short video addiction.
🔗 https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/39826772/
PubMed (2024). Mobile phone short video use negatively impacts attention.
🔗 https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/39322200/
arXiv (2025). Scrolling in the Deep: Analysing Contextual Influences on Intervention Effectiveness during Infinite Scrolling.
🔗 https://arxiv.org/abs/2501.11814
Nota por Carolina Delgado Periodista, actriz y diseñadora gráfica y de modas.
Sitio web https://medium.com//la-ia-nos-domina-o-nos-ayuda-a-pensar-mejor-1b6ace1ac285
Número de contacto
https://whatsapp.com/channel/0029VaHXddXCnA7kseXRQV01