30/09/2025
👹 Los niños de la guerra serán los hombres de mañana condenados por ella☠️
Hace diez años, el mundo se estremeció ante la imagen de Alan Kurdi, el niño sirio hallado sin vida en una playa turca 🌊. Esa fotografía atravesó portadas y discursos, prometiendo un punto de inflexión que nunca llegó. La guerra siguió su curso, los exilios se multiplicaron y la indignación digital se volvió costumbre. Hoy, mientras el dolor se retransmite en vivo desde y otras geografías del sufrimiento 💣, hay quienes aplauden o justifican bombardeos sobre una población infantil cautiva. La humanidad aprendió a mirar y a pasar de largo.
El odio que algunos llaman irracional no nació ayer: maduró durante décadas de expulsiones, ocupaciones, muros, sanciones y guerras preventivas envueltas en retórica de libertad 🔥. En , la revuelta degeneró en guerra civil y tablero de potencias. El vacío lo explotó el Estado Islámico, sembrando terror con ejecuciones y decapitaciones en , y ⚔️, entre ellas la de 21 coptos egipcios, crímenes documentados y condenados. Cada niño huido, cada familia destrozada, cada ciudad arrasada fue escribiendo la memoria amarga de un pueblo condenado a crecer entre cadáveres y ruinas 🩸.
Occidente eligió el espejo roto: subraya la rabia árabe contra Israel, pero omite el sedimento histórico que la alimenta 🪞. Señala la violencia presente, pero calla la que la precede. La memoria se administra como inventario: se enmarca lo que conviene, se archiva lo que incomoda. Así, la foto de Alan Kurdi, que debió ser brújula moral, terminó degradada a recuerdo lejano mientras la normalización de la barbarie avanza un centímetro más cada día 🕳️.
No se trata de absolver a nadie, sino de mirar sin vendas 👁️. La ONU y coaliciones internacionales persiguieron a ISIS con juicios, condenas y operaciones. Pero esa energía no siempre se activa con el mismo rigor frente a otras violencias que también arrasan hogares, escuelas y hospitales 🏚️. Esa asimetría de la compasión es la grieta por donde se cuela el cinismo.
Alan Kurdi no era solo sirio 🇸🇾: era palestino 🇵🇸, yemení 🇾🇪, afgano 🇦🇫, congoleño 🇨🇩, colombiano 🇨🇴 🌍. Era todos los niños que cargan la guerra de los adultos. Su imagen sigue diciendo lo que nadie quiere oír: cada vez que la infancia queda tendida en la arena, la humanidad entera fracasa 💔.
✝️ “Dejad que los niños vengan a mí”, dijo el Señor Jesús. Nosotros hicimos otra liturgia: dejad que los niños vayan a la guerra, o que la guerra vaya por ellos. El odio seguirá madurando mientras la memoria se use como maquillaje. La pregunta no es por qué los pueblos odian; la pregunta es cuántas veces más dejaremos que el mundo aplauda la destrucción antes de que ya no quede nadie para recordarlo.