05/11/2025
| En menos de 24 horas, dos soldados liberados en "La Macarena-Meta", fueron secuestrados nuevamente y luego entregados al Ejército.
“Después de unas negociaciones, se coordina la entrega y se recibe una fotografía como prueba de vida. Pero cuando la comisión se dirige al sitio para efectuar la liberación, la población civil vuelve y secuestra a nuestros soldados”, señaló el comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Omega, brigadier general Carlos Ernesto Marmolejo.
Finalmente, en la noche de este mismo martes, los uniformados fueron entregados nuevamente al Ejército y trasladados a zona segura, restableciendo su integridad física.
Las autoridades investigan si la población actuó bajo constreñimiento directo de grupos armados ilegales, y reiteraron que el secuestro, cualquiera sea su modalidad, es un delito. Se espera que en las próximas horas se informe si se adelantarán acciones judiciales frente a los responsables de los hechos.
EL RELATO DE LOS HECHOS
Un hecho de extrema tensión se vivió en el municipio de La Macarena, Meta. Apenas cuatro horas después de haberse confirmado la liberación de dos soldados profesionales del Ejército Nacional, se reportó nuevamente su retención por parte de comunidades de la zona, presuntamente influenciadas por las disidencias de las Farc.
Los soldados Edgar Mina Carabalí y Ángel González Garcés habían sido retenidos inicialmente el lunes festivo, en medio de una asonada en la que cerca de 400 personas los despojaron de sus armas de dotación y los obligaron a vestir de civil. La acción habría surgido como presión tras la captura de una mujer en una vivienda donde, según las autoridades, se hallaron armas y sustancias ilícitas. “Como prenda de garantía”, la comunidad decidió retener a los uniformados.
En la mañana del martes se confirmó su liberación, incluso se difundieron fotografías de los soldados en compañía de un capellán de la región. Sin embargo, cuando vehículos de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA (MAPP-OEA) llegaron al punto acordado para recogerlos, la población volvió a retenerlos.
Según el comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Omega, brigadier general Carlos Ernesto Marmolejo, la zona es de difícil acceso para la Fuerza Pública y se encuentra bajo fuerte influencia de estructuras de las disidencias, particularmente del grupo liderado por alias Calarcá.
“Después de unas negociaciones, se coordina la entrega y se recibe una fotografía como prueba de vida. Pero cuando la comisión se dirige al sitio para efectuar la liberación, la población civil vuelve y secuestra a nuestros soldados”, señaló el general Marmolejo.
Finalmente, en la noche de este mismo martes, los uniformados fueron entregados nuevamente al Ejército y trasladados a zona segura, restableciendo su integridad física.
Las autoridades investigan si la población actuó bajo constreñimiento directo de grupos armados ilegales, y reiteraron que el secuestro, cualquiera sea su modalidad, es un delito. Se espera que en las próximas horas se informe si se adelantarán acciones judiciales frente a los responsables de los hechos.