25/07/2025
LLEGO LA HORA DE SOLTAR VALORESE..
Dios ya no te quiere ahí. En esa relación que te quiebra. Donde ya no sonríes, donde te escondes, donde te apagas poco a poco. Él no te creó para sobrevivir al lado de alguien…
te creó para vivir en amor, en paz, y con dignidad. Y cuando un “amor” te aleja de ti misma… también te aleja de Él.
1. Sientes que todo lo que haces le molesta.
Tu ropa. Tus amigos. Tu risa.
Tu manera de hablar, de caminar, de decidir.
Ya no puedes ser tú… sin que algo le incomode.
2. Te hace sentir menos.
Con burlas disfrazadas de bromas.
Con críticas que te bajan la autoestima.
Con comparaciones que te hacen sentir que no eres suficiente.
Eso no es amor. Eso es abuso emocional.
3. Solo eres prioridad cuando le conviene.
Te busca cuando quiere algo.
Te ignora cuando tú necesitas apoyo.
Su tiempo, sus amigos, su celular… siempre están antes que tú.
4. Le temes más de lo que le confías.
Callas para no discutir.
Te vigilas para que no se enoje.
Le escondes cosas pequeñas porque sabes que todo lo malinterpreta.
Amiga, eso es vivir en alerta. No en amor.
5. Te sientes agotada todo el tiempo.
Y no es por el trabajo ni por la rutina.
Es por esa relación que te drena.
Que en vez de darte, te consume.
6. Siempre terminas pidiendo perdón… hasta cuando no hiciste nada.
Porque si no lo haces tú, él se aleja.
Se pone frío. Te castiga con su indiferencia.
Y tú… terminas cediendo para que vuelva a “ser lindo”.
7. Ya no compartes nada con nadie.
Te alejas de tu familia.
Te da pena contar cómo te trata.
Y en el fondo sabes por qué: porque si lo dijeras en voz alta, entenderías que esto no es normal.
8. No recuerda tus detalles, pero sí tus errores.
Olvida tu cumpleaños, pero no que se te cayó su café.
No escucha tus logros, pero sí tus fallas.
Y cada cosa que haces mal… te la recuerda siempre.
9. Todo es tu culpa.
Si él grita, tú lo provocaste.
Si él se va, tú lo orillaste.
Si él se enoja, es por cómo hablas, cómo vistes, cómo reaccionas.
Nunca se responsabiliza.
Y tú terminas sintiéndote culpable por existir.
10. Lo amas… pero ya no eres feliz.
Y eso lo dice todo.
Porque puedes querer mucho a alguien…
y aún así saber que ese amor ya no es sano.
No es fácil soltar, lo sé.
Pero es más difícil quedarte en un lugar donde te estás perdiendo a ti misma.
El amor no debería doler así.
Y tú no fuiste hecha para aguantar, sino para ser amada de verdad.
Tal vez esto era justo lo que necesitabas leer para abrir los ojos…
o para recordarle a alguien que no está sola, y que merece algo mejor.