17/11/2025
En Ecuador, la Consulta Popular de Daniel Noboa fue abrumadoramente derrotada. El pueblo dijo NO a la militarización extranjera, al recorte de garantías de participación política y a la reforma constitucional. En este hilo, repasamos algunas claves analíticas de las elecciones:
1. Desde el pasado mes de septiembre, con la eliminación del subsidio al combustible, Ecuador vivió un ciclo de movilizaciones populares contra el ajuste estructural de Daniel Noboa. El epicentro de las protestas se concentró en la zona centro-norte del país: Otavalo e Ibarra.
2. Luego de un mes de cierres y bloqueos, el Gobierno Nacional avanzó en dos estrategias de desarticulación del movimiento: la primera de ellas consistió en un despliegue militar que buscaba desarticular violentamente el Paro Nacional; la segunda, la convocatoria a Consulta Popular y Réferendum.
3. Por medio de una intensa represión militar, que cobró la vida de tres dirigentes del movimiento indígena, el Gobierno Noboa logró desarticular las protestas y dio paso a una segunda fase de su estrategia: la Consulta Popular, que buscaba, además de la reinstalación de bases militares extranjeras y el recorte de derechos de participación política, la refundación del Pacto Constitucional.
4. En un inicio, Noboa pretendió enviar 11 preguntas al Consejo Nacional Electoral, saltándose el filtro de la Corte Constitucional. Las preguntas incluían reformas al Alto Tribunal, proscripción de figuras políticas de la oposición y reformas al Consejo de Participación Ciudadana.
5. Luego de una serie de tensiones entre Gobierno Nacional, CNE y Corte Constitucional, las preguntas quedaron reducidas a 4 ejes: i. reinstalación de bases militares extranjeras; ii. eliminación del financiamiento estatal de campañas electorales; iii. disminución del número de asambleístas; iv. reforma constitucional.
6. De estos 4 ejes, los dos principales eran los de militarización y reforma constitucional, que representan los dos puntos de apoyo de su proyecto político-institucional. Justamente, los dos puntos de la consulta que mayor desaprobación obtuvieron (por encima del 60%).
7. Con estos resultados, el pueblo ecuatoriano frena gran parte del intento de reconfiguración estatal en el que avanzaba Noboa y mantiene la estructura constitucional del ciclo progresista del 2008. Sin embargo, ese es solo el comienzo de un proceso de reacomodo de las fuerzas sociales-populares.
8. Pese a la derrota electoral, el Gobierno Noboa cuenta con el suficiente margen de acción para seguir desarrollando su programa de ajuste estructural y estrechar, aún más, la alianza estratégica con las Fuerzas Militares. Esta será la fórmula de su gobierno en los 4 años restantes.
9. Ante tal escenario, queda pendiente un proceso de reorganización del campo popular en el que se siga debilitando la estrategia autoritaria-neoliberal de Noboa, en el que se reestablezca el sistema de contrapoderes y en el que se blinde los avances democrático-constitucionales del 2008.
10. Es posible que el Gobierno, luego de esta derrota, refuerce su política de mando-autoritario y profundice su plan de ajuste estructural, llevando al país a niveles cada vez mayores de endeudamiento externo. Para esto, es clave recomponer el equilibrio de fuerzas estatales.
11. Si bien los ciclos de rebelión indígena-popular han logrado contener la ofensiva autoritaria-neoliberal, es clave que estos resultados se traduzcan también en límites y frenos institucionales. De cara al escenario postelectoral, la apuesta estratégica debe ser en dos sentidos.
12. El primero de ellos tiene que ver con el fortalecimiento de los procesos organizativos del movimiento indígena-popular; el segundo, con la recuperación de espacios contenciosos a nivel estatal. Los siguientes años de lucha y organización popular requieren que los repertorios de movilización social se cristalicen institucionalmente, ya sea tomando el control del aparato estatal (reformando los ejes de gestión neoliberal de la última década) o reestableciendo, mínimamente, el sistema de contrapesos y restaurando el régimen democrático.
Tal es el desafío que enfrenta el Ecuador, donde el neoliberalismo pretendió imponerse con mano dura, pero sufriendo un duro revés electoral.