12/10/2024
¿Te ac0staste con él?
¿Te ac*staste con él ? te pregunté temiendo escuchar tu respuesta.
"Sí, perdóname". Me respondiste en voz baja, con la cabeza agachada mirando hacia el suelo.
En ese momento se me derrvmbó el mundo por enterarme de aquello a lo que todo hombre teme.
No pude decir nada porque un n**o se atravesaba en mi garganta y una d*ga atraves4ba mi pecho. Ira, tristeza, decepción y d*lor me embargaron el alma.
"Sólo fue una vez, te lo juro, no lo he vuelto a ver, fue un momento de debilidad". Me dijiste .
Pero igual eso no disminuyó mi vergüenza, ni evito que mi aut*estima de varón se fuera a la mi3rd*.
Tampoco alivió mi pena el hecho que me dijeras que no sentías nada por esa persona, que sólo cediste a sus pret3nsiones movida por tus d3se*s de mujer, y cegada por el res3ntimiento hacia mí después de esa acalorada discusión aquella tarde.
Lo sé, fue un momento de debilidad y lo entiendo, tal vez los tr4gos que compartieron te animaron a hacer lo que hiciste. O tal vez porque te pareció atractivo y sabias que desde hacía rato él "te tenia g4nas" quisiste vivir un rato loco.
Pero ninguna razón lógica me hará sacar de mi mente lo ocurrido. Sé que aún me quieres, que estás arrep3ntida, pero comprende que no es fácil lidiar con esto. No es fácil verte de3snvda cuando te voy a h4cęr el amor y que venga a mi mente ese amargo recuerdo de que otro hombre te tuv*, que otro poseyó y mancilló tu cu3rpo y también mi honra. Recuerdo tus lagrimas, también que me dijiste que me querías mientras me pedías perdón. Créeme que tuve que hacer un gran esfuerzo para no lev4ntarte la mano, porque en ese momento me domin4ba la ir4, y me alegra que haya sido así, pues los g*lpes no hubieran solucionado nada.
Ese día salí de la casa destr*zado y anduve como un loco caminando por las calles, pasaba saliva cada vez que recordaba lo que hiciste, y t*rturaba mi mente imaginando las cosas que ese hombre te hizo en la intimîd4d.
Cada instante de nuestra historia lo he proyectado en mi mente cual si fuera una cinta. He llorado pensando en esos maravillosos momentos que nos unieron e hicieron amarnos.
Ahora perdí la confianza y el temor de un nuevo eng4ño no me deja en paz.
Me has hecho ver que lo lamentas, estos días has aguantado en silencio mis reclamos y me has pedido que no te deje y te perdone. Hemos tenido s3x.0 un par de veces y ha sido un momento tenso, que yo poco he disfrvtado y tú tampoco, porque en tus ojos veo que estás muy avergonzada.
Por eso pienso que por ahora es lo mejor, lo siento, no puedo con esto. Te perdono, perdóname tú, no sé si vuelva, pero por ahora solo puedo decirte adiós.
(Carta de un hombre que se marchó.)