29/08/2025
.🥺 "Nadie lo amó, acompañó y se quedó a su lado hasta después de la muerte, solo su amiga fiel, una peludita".🐕
Esta mañana, entre la calle cuarta y la carrera quinta, en pleno centro de Neiva, el ritmo de la ciudad se detuvo por un instante.
En el separador de la avenida, bajo el cielo gris de un amanecer cualquiera, yacía el cuerpo sin vida de un habitante de calle. Su nombre era desconocido para muchos, pero no para quien más lo amaba: una pequeña perra que, con lealtad infinita, se negaba a aceptar la partida de su compañero.
Testigos aseguran que el hombre falleció víctima de un infarto fulminante. No hubo gritos, ni despedidas; solo el silencio, roto por los ladridos desesperados de la perrita que, desde ese momento, se convirtió en centinela de aquel cuerpo cubierto por una sábana blanca. El animal, confundido, parecía creer que su amigo simplemente dormía. Se acurrucaba junto a él, lo olfateaba, lo lamía, como si intentara despertarlo de un sueño profundo.
Varias mujeres que pasaban por el lugar intentaron consolar a la perrita. Le hablaban con dulzura, le ofrecían caricias, pero ella no cedía. Se interponía entre su amigo y quienes se acercaban para realizar el levantamiento del cadáver. Mordía el aire, gruñía, defendiendo con fiereza lo único que le quedaba: el vínculo invisible que la unía a ese hombre que, aunque sin hogar, le había dado todo. Amor, protección y compañía.
Finalmente, tras varios intentos, lograron apartar al animal con cuidado. Era necesario para que las autoridades pudieran cumplir con el protocolo.
El cuerpo fue retirado, pero el alma de la perra quedó allí, con la mirada fija en el vacío que dejó su compañero. Vecinos solidarios se ofrecieron a cuidarla, consciente de que aquel ser peludo cargaba con la herencia más pura: la lealtad.
En medio del bullicio urbano, esta historia nos recuerda que el amor no entiende de clases, ni de techos. Que a veces, el afecto más sincero se encuentra en quienes menos tienen, pero más saben dar. 😭🐕