
18/02/2025
Para ese estudiante, para ese compañero de trabajo, para la persona que se sienta en el bus a la par suya, para el empleado que lo atendió en la tienda, supermercado, restaurante.
Esto aplica para TODOS:
Cada silla tiene una historia, una carga que no siempre se ve. Algunos niños llegan con el corazón roto, con hambre, con miedos, o con responsabilidades que no deberían cargar a su edad.
Es fácil perder de vista esto entre el ruido del día a día, pero es un recordatorio de lo importante que es actuar siempre con empatía, paciencia y amor.
Un gesto amable, una palabra de aliento o simplemente escuchar puede marcar una diferencia que no imaginas. Muchas veces, detrás de una mala conducta, de un silencio o de una mirada perdida, hay un grito de ayuda.
Cada uno de nosotros tiene la oportunidad de ser ese rayito de luz que alguien necesita en su día.
No sabemos las batallas que otros están enfrentando, pero lo que sí sabemos es que el respeto y la amabilidad nunca sobran.
A veces, un pequeño acto de bondad puede ser justo lo que alguien necesita para sentirse visto, valorado y comprendido. Nunca subestimes el poder que tienes para cambiarle el día, e incluso la vida, a alguien. ❤️