
08/07/2025
La rendición de cuentas del representante caldense Juan Sebastián Gómez al cierre del periodo legislativo responde a una fotografía nítida de cómo se puede hacer política con contenido, con causa y con coherencia.
Su enfoque claro en los derechos humanos, ha logrado posicionar una agenda que recoge los clamores de sectores históricamente marginados. Su impulso al Banco Nacional de Perfiles Genéticos representa un avance técnico en materia de justicia, y una apuesta por la dignidad de las víctimas de delitos sexuales y violentos en Colombia. Esta medida concreta habla de un legislador que piensa más allá de los discursos.
Asimismo, su liderazgo en la Ley Integral Trans —ya aprobada en primer debate— lo ubica en el centro de una transformación cultural y jurídica sin precedentes: el Congreso discutiendo de frente los derechos de personas trans, no binarias y de género diverso. En tiempos de polarización, empujar este tipo de proyectos es más que audaz: es urgente.
Gómez también ha sabido usar el Congreso como un altavoz para la ciudadanía. Las audiencias sobre ICETEX, barrismo social y la denuncia contra la “cultura mafiosa” revelan un estilo de liderazgo que combina activismo y acción legislativa. No se trata solo de hablar por los sectores sociales: se trata de llevarlos al corazón del debate público.
Su control político al Ministerio de la Igualdad, la defensa de la institucionalidad frente al “decretazo” y su vigilancia a la Registraduría Nacional reflejan carácter y criterio en un Congreso donde el ruido muchas veces ahoga la responsabilidad.
Finalmente, el recorrido permanente por el territorio caldense habla de un congresista que no se desconecta de la calle. Escuchar, acompañar y legislar desde las luchas territoriales es un equilibrio difícil de lograr, pero fundamental para no convertir la representación en una burbuja.
En síntesis, Juan Sebastián Gómez cierra su periodo con una hoja de ruta clara: causas sociales, control con contenido y cercanía con la gente. Si de sembrar La Diferencia se trata, el terreno ya empieza a mostrar brotes. Lo que viene —como él mismo lo anticipa— será aún más desafiante, pero también más necesario.