03/05/2025
“Mucha gente va a pensar que fue suerte… pero nadie vio las lágrimas, las deudas y las puertas cerradas que tuvimos que romper a golpes de fe.” 🔥🎪
Yo no nací entre luces ni escenarios. Era un tipo común, con un sueño que parecía absurdo: crear el festival más mágico del mundo. Cuando empecé con mi hermano Michiel, apenas teníamos presupuesto, ni siquiera sabíamos si alguien iba a comprar una entrada. En 2005, alquilamos un terreno y apostamos todo lo que teníamos, incluyendo préstamos que nos quitaban el sueño. 😮💨🎟️
La primera edición fue un fracaso. Casi nadie fue. ¡Se escuchaba más el viento que la música! Muchos se burlaron, otros nos dijeron que lo dejáramos ahí. Pero nosotros ya habíamos encendido una chispa… y no estábamos dispuestos a dejarla apagarse. Trabajamos día y noche, convencidos de que estábamos creando algo más grande que nosotros. 🌪️💡
En 2006 tuvimos una segunda oportunidad. Esta vez llenamos un poco más. Luego llegó un punto de quiebre: David Guetta aceptó tocar en nuestro festival. Esa decisión cambió nuestras vidas. Las redes explotaron, la gente empezó a hablar de Tomorrowland… y de repente, el mundo entero soñaba con estar allí. Pero nada fue fácil. Pasamos noches sin dormir, inviernos sin calefacción y años sin vacaciones. Porque cuando el sueño es grande, el sacrificio también lo es. 🎧🌍
¿Y sabes qué fue lo más duro? Que durante años, muchas marcas y patrocinadores nos rechazaron. Nos llamaban “fantasiosos”, “soñadores sin rumbo”. Hoy, esos mismos hacen fila para tener su logo en nuestras carpas. Pero todo esto no fue magia… fue trabajo, fe y nunca, nunca rendirse. 🧨⛅
“Si estás construyendo algo que nadie entiende, no estás loco… estás adelantado a tu tiempo.” ✨🕰️
– Manu Beers