24/09/2025
Estamos es pero putamente viejos.
Nevermind cumple 34 años
Hace más de 3 décadas, cuando yo era mucho más joven y podía menear las mechas, el 24 de septiembre de 1991 el mundo recibió un patadón en el c**o “Nevermind” de Nirvana, un disco que básicamente dijo: “háganse a un lado, p**os, que el grunge viene a ensuciarles la fiesta”. Grabado en los legendarios Sound City Studios de California con el mago Butch Vig, esta joya pasó de la producción de su anterior disco, Bleach, grabado con míseros 600 dólares, ach a un presupuesto de 65 mil dolaretes: Pasaron de grabar con las monedas del bus a grabar con plata que huele a champaña y rock sudado.
El p**o hit que los mandó al estrellato fue “Smells Like Teen Spirit”, un temazo que hizo que hasta las abuelas quisieran romper guitarras y decir “f**k it” en perfecto inglés. En menos de tres meses, el disco le quitó la corona a Michael Jackson en el Billboard 200, dejando al rey del pop diciendo:
“¿qué carajos es un Nirvana y por qué me bajaron del trono?”.
Al final, Nevermind vendió más de 30 millones de copias, demostró que la mugre también vende y le enseñó a toda la industria noventera que a veces lo que el público quiere es pura guitarra sucia, berrinche juvenil y olor a camiseta sin lavar.
Este disco es la prueba de que no necesitas millones de dólares ni una logística perfecta para romperla. Con un poco de rabia, guitarra urgente y convicción, Nirvana creó algo que aún hace que muchos adolescentes de corazón se revuelvan al escucharlo.
“¡Un madrazo musical!”, eso fue Nevermind para su época. Y lo sigue siendo.