06/11/2025
“En esa pelea de Dilian con Julián, no me meto”
El meridiano de la política nacional pasa hoy por Palmira. Sus 380.000 habitantes, aunque preocupados por la inseguridad que los azota, muestran total indiferencia ante los dimes y diretes que van de izquierda a derecha, y mucho menos les preocupan las tormentosas relaciones entre los integrantes de un mismo partido.
“En esa pelea de Dilian con Julián, no me meto”: esta es la frase de moda entre los políticos de las únicas dos orillas que hay en la ciudad de los “Caicedos”. La primera, los áulicos de Dilian, Julio y Jorge; la segunda, todos los demás que dependen de estos tres. Total, la Palmira del discenso público ya no existe.
La jefe a la sombra del partido de la U dio el brazo a torcer al dialogar telefónicamente con Petro, mientras el presidente estaba en su periplo por el lejano oriente. —Un camello lograr esa comunicación—, no por la tecnología, sino por la diferencia de criterios para “arreglar” la supresión del derecho congresional de voz y voto a Julián López, en su dignidad como primer presidente vallecaucano en la historia de la Cámara de Representantes.
De otro lado, la reciente reunión entre el expresidente Álvaro Uribe, cabeza visible del Centro Democrático, y César Gaviria, otro expresidente y líder de una parte del liberalismo, para diseñar la unificación contra el proyecto de la izquierda con miras al 2026, coloca en primer plano nacional al senador palmirano Carlos Fernando Motoa. Esto se dio en su calidad de caja de resonancia de una columna de opinión en el diario El Tiempo escrita por su jefe Germán Vargas Lleras: “Se acaba el tiempo”.
Dicho de otra manera, discusiones como los dineros de la compensación aeroportuaria —por la cual Palmira recibió en promedio $30.000 millones al año y que cesó por la terminación de la concesión privada del Alfonso Bonilla Aragón—, son un tema vital de la agenda nacional que les debe corresponder a sus delegados en el Congreso, sin importar a qué corriente u orilla política pertenezcan.
Y ni qué decir de la intervención funcional excepcional del Contralor General de la Nación, el también palmirano Carlos Hernán Rodríguez Becerra, para acompañar los recursos embolatados del negociado de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR). Esta fue asignada a dedo, mediante una selección abreviada, por cerca de $114.000 millones en el gobierno del notabilísimo exalcalde Jairo Ortega Samboni, un inocente 28 de diciembre de 2018.
Palmira es el epicentro de los grandes temas de la cosa pública de Colombia, aunque aquí solo nos preocupamos por reclamar la boleta para el próximo concierto.
Por Diego Fernando Ramos
Alcaldía de Palmira
Personeria Municipal de Palmira Concejo de Palmira