
27/07/2025
REFLEXIÓN (Lc 11,1-13): Orar es una necesidad para el discípulo. Al orar, el discípulo expresa y realiza su clara convicción de estar afirmado más allá de lo evidente, de estar sostenido más allá de su propias fuerzas, de ser amado más allá de cualquier límite. Jesús enseña a sus discípulos que la oración ha de estar impregnada de una profunda confianza, pues a quien se dirigen es a Dios, quien es Padre y siente como suya la vida de sus hijos. Al orar, les invita a buscar, no sus intereses, sino ante todo la Voluntad de Dios, que integra y plenifica las búsquedas más honestas del corazón humano. La oración nos permite acercarnos a la vida desde la perspectiva única, desafiante y maravillosa de Dios. Orar es un camino de discernimiento para buscar lo esencial y más importante en la vida. Dios ciertamente dará el pan de cada día, pero el discípulo debe aprender a perdonar y a no dejarse llevar por las seducciones del mundo. Como sus discípulos, estamos llamados a pedirle al Señor todos los días: “enséñanos a orar”. Feliz y bendecida semana. Comparte el mensaje. Todos somos misioneros. (P. José Antonio González P. cm).