02/07/2025
Las veredas rurales del municipio de Bolívar, al sur del Cauca, atraviesan horas de terror tras más de un día y medio de enfrentamientos entre grupos armados ilegales. La población civil permanece confinada, sin acceso a clases ni posibilidad de movilizarse, en medio de un conflicto que no les pertenece.
Desde el martes, intensos combates entre la compañía José María Becerra del ELN y el frente Andrés Patiño, perteneciente a las disidencias de ‘Iván Mordisco’, han sembrado el pánico en sectores como La Carbonera y El Guabal. En esta última vereda, los tiroteos continuaron durante la mañana del miércoles, aunque aún no se tiene información oficial sobre nuevas víctimas o heridos.
Las primeras consecuencias del fuego cruzado fueron devastadoras: dos campesinos de La Carbonera perdieron la vida y otra persona resultó herida, siendo trasladada a un centro médico del sur del Cauca.
El temor se ha apoderado de las comunidades, que desde hace más de 36 horas viven confinadas en sus viviendas, sin garantías para su seguridad. Las familias han alzado su voz de auxilio, solicitando la intervención urgente de la Defensoría del Pueblo y clamando por el cese de la violencia. “No somos parte de esta guerra, pero somos quienes ponemos los muertos”, denunció un habitante.
En respuesta, unidades del Ejército Nacional se desplazaron a la zona con el objetivo de brindar protección a la población civil, que continúa atrapada entre las disputas de al menos tres estructuras armadas ilegales que se disputan el control territorial en esta región estratégica del suroccidente colombiano.