
03/09/2025
“República independiente de Antioquia: donde el progreso es exclusivo y la pobreza es mayoritaria”
El Gobernador de Antioquia lanzó su propuesta estrella: hacer del departamento el más próspero de Colombia, por encima de los demás. Una idea que, según él, marcaría un nuevo rumbo económico y social. Lo curioso es que la oposición de derecha y ultraderecha paisa —esa misma que suele torpedear cualquier iniciativa progresista— esta vez salió a aplaudir con entusiasmo.
El presidente Gustavo Petro no tardó en responder:
“Quiere hacer dos Colombias; una rica, en Medellín y Bogotá, y otra pobre: el resto del país”.
Con esta frase, Petro arremetió contra el referendo promovido desde Antioquia, advirtiendo que no se trata de prosperidad, sino de división. Según el mandatario, la medida atenta contra la unidad nacional y se cocina al calor del respaldo de la derecha tradicional y los sectores más radicales del país.
Pero más allá de la retórica, en Medellín y el resto del departamento la realidad es otra: miles de familias sobreviven en la cuerda floja de la injusticia social. En la capital, si se desayuna, no se cena; si se pagan arriendo y servicios públicos, la comida digna se vuelve un lujo. Una precariedad que no solo golpea el bolsillo, sino que corroe la salud emocional de toda una generación.
Y en las zonas rurales, la contradicción es aún más brutal: tierras sin titulación para los campesinos, mientras que las grandes extensiones quitadas al narcotráfico terminan en manos de oscuros rostros que, con una sonrisa discreta, le pagan al Estado apenas limosnas. Prosperidad para unos pocos, sobrevivencia para la mayoría.
Antioquia habla de futuro brillante y de ser el motor de Colombia… pero lo hace con neveras vacías en los barrios y con tierras manchadas por la sombra del narcotráfico. Quizá la verdadera pregunta no sea si Antioquia será el departamento más próspero, sino si esa “república independiente” no terminará siendo un club privado… con entrada solo para los de siempre.