11/02/2025
|| El municipio de Rionegro ha visto gestas históricas que han denotado incluso, la libertad de una nación, gestas bicentenarias que se han quedado marcadas en los anaqueles de la historia y que, 200 años después, se siguen presentando de cuenta de héroes modernos como el expresidente Uribe “El Cucho” y su hijo, el Senador Esteban Quintero “El Pollo”, ese quien desde los brazos de la mamá, vio quizás los discursos más históricos de este hombre al que muchos llaman también “El Gran Colombiano”.
Fue así como en el patio de su casa, Esteban convocó a los militantes y representantes de su partido, con el objetivo claro, hablar del país, de su lucha contra la tiranía y lo más importante, de la defensa del cucho, esa que ha cimentando su bastión de apoyo en el Oriente Antioqueño, la cuna misma de su lucha, de su ideal, de su “batalla”, y esa región que a diario sigue gritando a todo pulmón “Viva Uribe”, pues en municipios como Sonsón, El Carmen, El Santuario, Guarne, Rionegro y El Retiro, el apoyo desde el ejecutivo hacia el “presi” es innegociable, y desde su función misma, aportan a la construcción de la unidad de derecha y de los pilares que fundamentan la oposición, una respetuosa, pero que se ha parado duro cuando le toca y que están listos para la “batalla de ideas” en el peor, o más bien, el mejor de los escenarios, donde se derrota al “ignorante”.
Entre los acuerdos convenidos por los ediles, concejales, diputados y representantes a la cámara convocados por Quintero, estuvo el de arropar con ahínco no solo a su líder, también a otros hombres que han levantado la mano y que le han puesto tatequieto al Gobierno de Petro, como Federico Gutiérrez y el gobernador de Antioquia Andrés Julián Rendón, otro protagonista del verdadero reality, que sembró sus raíces hace 8 años en Rionegro y que, una década después, vio cómo se solidificaban entorno a la protección de Uribe Vélez, al que todos le seguimos llamando Presidente, el único que porta sombrero y usa crocs, como un Cucho, y quien sin pensarlo, llegará cuando hay problemas.
Por: Sebastián Baena