09/09/2023
Una nota musical
Por Luis Oñate Gámez
En torno a la caja vallenata hay un enigma que llevo desde hace muchos años. Luis José Oñate, un primo de mi viejo, quien fue una especie de juglar en la zona alta de Caracolicito y El Copey y que convivió muchos años en la finca Las Piedras con nuestra familia, me dijo estando muy niño que los grandes cajeros de la época preferían las cajas que fuesen hechas de un solo tronco seco de volador y con cuero de venado macho.
Le pregunté el motivo y me explicó que el volador era una madera compacta, con escasas hendijas o poros, pero fácil para tallarla en el corazón y eso daba una excelente acústica, y el cuero de venado macho se destensaba menos que el cuero de la hembra y, por ende, el sonido era más impactante. (En esa época creo que utilizaban el cuero de la barriga del animal).
Investigando ahora en internet sobre el árbol volador, el cual está en extinción en el Caribe colombiano y gran parte del continente, veo que los nativos de México y Centroamérica también lo utilizaban mucho para hacer sus instrumentos musicales, y hoy, al igual que acá, terminaron remplazándolo por material sintético o de metal. Ahí tal vez no exista discusión.
En lo referente al cuero de venado o chivo macho para la caja, puede ser que, no tengo pruebas ni he leído nada al respecto, la formación natural de los músculos y fibras del cuero de la hembra, a la altura del vientre, tengan una mayor flexibilidad y eso evite una mejor tensión. Eso digo yo acá en la cocina, soy periodista no especialista en músculos de animales ni en música.
Hay otra más. Los cajeros vallenatos de antes, en su mayoría elaboraban ellos mismos el instrumento o estaban ahí al pie cuando se los estaban haciendo. Ahora se compra en almacenes de música y son cajas totalmente sintéticas, dicen algunos especialistas que suenan como un pote. Jajajaja
¡Seguimos en la nota!