05/08/2025
Probablemente necesitabas que alguien te dijera “ven, no pasa nada, yo me encargo”.
Que alguien te abrazara fuerte y te dijera que estaba bien sentirte mal.
Pero en lugar de eso, aprendiste a consolarte sola.
A secarte las lagrimas sin hacer ruido.
A sonreír en medio del caos como si todo estuviera en orden.
Y aunque eso te hizo fuerte, también te dejó heridas.
Heridas que no siempre se ven, pero que se sienten en la forma en que te cuesta pedir ayuda.
En como te callas cuando todo te sobrepasa.
En como aguantas aunque estés rota por dentro.
No eres débil por necesitar un abrazo.
Eres humana y lo sigues siendo ✨