16/11/2025
Hoy tocaron lo más sagrado que tengo: la tranquilidad de mi mamá.
Se metieron a su apartamento, revolcaron su vida, sus recuerdos, sus documentos. Meses atrás ya la venían extorsionando.
Cuando uno ve a su madre con miedo, algo se rompe por dentro. Algo que no se puede explicar… pero que debemos transformar en determinación.
Y mientras todo esto pasa en mi familia, sé que miles de colombianos están viviendo EXACTAMENTE lo mismo:
— casas violentadas
— extorsiones diarias
— celulares robados
— amenazas
— negocios pagando vacunas
— hijos caminando con miedo
Colombia está viviendo una pesadilla. Y duele.
Me dicen las autoridades que capturan y capturan… pero muchos jueces sueltan. Siempre una excusa. Siempre un “no aplica”.
Por eso estamos como estamos: 93% de impunidad.
En cualquier país serio esto sería un escándalo nacional. Aquí, tristemente, se volvió costumbre.
Pero que esto le haya pasado a mi mamá me dejó una cosa clarísima:
¡Esto NO va a seguir así!
¡Yo no me voy a quedar de brazos cruzados!
No voy a aceptar un país donde los buenos viven acorralados y los delincuentes viven tranquilos.
Les garantizo que:
• Voy a acabar con la impunidad.
• Voy a fortalecer la justicia para que deje de ser una puerta giratoria.
• Voy a devolverle el respeto y la autoridad a nuestra Fuerza Pública.
• Voy a construir cárceles de verdad, no resorts disfrazados.
• Y voy a dejar claro que quien delinque… paga. Sin excusas. Sin privilegios.
Colombia merece volver a respirar.
Colombia merece caminar sin miedo.
Colombia merece que las madres —las suyas y la mía— puedan dormir tranquilas.
Héctor Olimpo
Karina Espinosa Oliver