21/08/2025
“Por un retrato hablado que no soy yo pagaré 25 años de prisión”
En una celda de Santa Marta, el tiempo parece detenerse para Jhannier Samir Roys Arias, un hombre que asegura estar pagando una condena injusta. Su historia comenzó en 2016 y, desde entonces, su vida cambió radicalmente.
Jhannier trabajaba en ese entonces para la empresa Interaseo. Sus jornadas, de 1:00 de la tarde a 9:00 de la noche, apenas le dejaban espacio para compartir con su familia. Era la rutina de un trabajador humilde, encargado de mantener limpias las calles de la ciudad.
Pero el 2016 quedó marcado por un hecho que lo persigue hasta hoy: el as*****to de un hombre en un atentado sicarial en el barrio Curinca, ocurrido alrededor de las 9:00 de la noche. Según su relato, a esa misma hora él se encontraba cumpliendo su turno como “escobita” en la avenida del Río, lejos del lugar del crimen.
La sorpresa llegó semanas después, cuando agentes de la Sijín lo capturaron en plena jornada de trabajo en la calle 30, a la altura del barrio El Pando. “Me mostraron una orden de captura por homicidio. No entendía nada, no lo podía creer. Desde ese día empezó mi calvario”, recuerda.
Jhannier fue condenado a 25 años de prisión. Solo recientemente conoció el detalle que, según él, selló su destino: un retrato hablado elaborado con base en el testimonio de una persona. “Ese dibujo no soy yo, nunca lo fui. Y sin embargo, aquí estoy pagando una pena por algo que no hice”, afirma con impotencia.
Hoy lleva seis años tras las rejas, fabricando artesanías para ocupar el tiempo y resistir el encierro. Entre barrotes y recuerdos de su libertad perdida, su voz se quiebra cuando habla de su fe:
“Le pido mucho a Dios que se haga justicia. Es muy duro vivir esto, más cuando uno es inocente. Solo espero que algún día se aclare la verdad y pueda recuperar mi libertad”.
La historia de Jhannier es la de un hombre que clama porque se escuche su voz y se revise su caso. Una vida marcada por un retrato hablado que, según él, le arrebató los mejores años de su existencia.