09/05/2025
INSTITUTO TÉCNICO INDUSTRIAL DE TULUÁ: ENTRE EL BARRO Y LA INDIFERENCIA
Padres de familia y estudiantes del Instituto Técnico Industrial de Tuluá hacen un llamado a la autoridad competente para que dé solución a la problemática que enfrentan en tiempos de lluvias. La transversal doce es hoy en día una vía de acceso vital a la institución educativa, y la calle que la une al colegio se transforma sistemáticamente en un lodazal intransitable, obstaculizando gravemente el derecho fundamental a la educación.
Esta problemática, lejos de ser un inconveniente menor, representa un verdadero peligro y una barrera significativa para el desarrollo académico de los jóvenes. Cada aguacero convierte el trayecto hacia el colegio en una odisea, exponiendo a estudiantes y acudientes a caídas, retrasos e incluso a condiciones insalubres. La dificultad para transitar por esta vía no solo afecta la puntualidad y la asistencia a clases, sino que también genera frustración, desánimo y un ambiente de inseguridad que impacta negativamente el bienestar de toda la comunidad educativa.
Es muy importante tener en cuenta que la mayor parte de la población estudiantil del Instituto Técnico Industrial reside en la zona occidental del municipio, lo que convierte a la transversal doce en la arteria principal, casi exclusiva, para que cientos de jóvenes puedan acceder a su formación. Ignorar esta realidad y la consecuente dificultad de acceso es, en esencia, negarles la oportunidad de un futuro prometedor.
El llamado es para que las autoridades municipales lleven a cabo acciones concretas, planes de intervención claros y una respuesta efectiva que garantice una vía de acceso digna y segura para los estudiantes, especialmente durante las épocas de lluvia. La educación de los jóvenes no puede esperar. Su futuro está en sus manos.