23/07/2025
Juancho Polo Valencia: La Última Parranda del Juglar Eterno".
Por: Francisco Figueroa Turcios
La mañana del 22 de julio de 1978, el cuerpo cansado de tantas parrandas no resistió más, y Juancho Polo Valencia se despidió de este mundo terrenal en Fundación, Magdalena.
La última parranda de Juancho fue el 16 de julio con motivo de la fiesta de la Virgen del Carmen en Aracataca. El acordeonero y cantautor predijo en la canción de corte bíblico, ‘Jesús Cristo caminando con San Juan’ lo que ocurría con su muerte:El día que Juancho se muera, queda su pueblo de luto, bajará una nube negra, lo llamarán el difunto". Carmen Carmona la esposa de Sebastián, hijo de Juancho Polo, relata detalles previo a la muerte del juglar de la música vallenata. “Sabíamos que estaba en Aracataca por las noticias de la radio. Pero él se había ido una semana antes sin decir a donde iba. Por eso, cuando llegó ese 21 de julio a las diez de la noche, no nos causó impresión. Juancho llegó silencioso, estaba sobrio, pero se le notaba agitado y preocupado. Se instaló en su habitación frente a la casa de su hijo y mandó a llamar a Sebastián con uno de sus nietos» recuerda Carmen.
Sebastían, atendió el llamado de su padre sin vacilación, como siempre lo hacía. “Yo estaba leyendo una revista y llegué pronto. Mi papá me miró con un inmenso amor y me entregó su acordeón como jamás lo había hecho. Me dijo ve a la parranda de la familia Cantillo y regresa» relata Sebastian sobre la misión que le encomendó su padre.Sebastián, llegó a la casa a las dos de la mañana y se acostó. No quiso molestar a su padre y pensó: “Mejor le cuento mañana que me fue muy bien”, relató.
A las cinco en punto de la mañana Carmen Carmona despertó a Juan, uno de sus hijos, y le puso una enorme taza de café tinto caliente en las manos: “Vaya y llévele a su abuelo”, le ordenó. El joven cuenta que llamó varias veces a Juancho, y nunca le contestó. Preocupado, empujó la puerta de madera, que estaba asegurada al marco por un lío de alambres entorchados y metió su mano hasta alcanzar la punta de la hamaca, en la que sobresalían los pies de juan Polo Valencia y la empujó.
“Mami, mami, mi abuelo está mu**to, porque esa hamaca está muy pesada y él no se mueve ni responde”, le dijo angustiado el joven a su madre. Juancho Polo, estaba mu**to en su hamaca. El nombre real era Juan Manuel Polo Cervantes y murió cuando estaba próximo a cumplir los 60 años (nació en ‘Caimán’, corregimiento del Cerro de San Antonio (Magdalena), el 18 de septiembre de 1918) pero su rostro semejaba muchos más, el desorden como condujo su vida, ligada siempre al licor, y a los trasnochos.
El legado musical que dejó Juancho Polo continúa vigente sobre todo en los temas como Alicia Adorada, Lucero espiritual y Marleny, que se escuchan como si fueran nuevos, pero en la voz de Diomedes Díaz.
Juancho Polo Valencia nos dejó canciones con profundos sentidos filosóficos, críticos, ambientales, y hasta políticos y de piques, propios de un intelectual: Alicia adorada, Lucero espiritual, El pájaro carpintero, El duende, Marleny, Sí, sí, sí, Paseo en Concordia y Niña Mane, Veni Veni, Niña Mane, La Prima,La fama de Juancho, Flores de Maria, Jesucristo caminando con San Juan,entre otras.
Juancho con su cara arrugada y pálida, el sombrero echado hacia la derecha para ocultar la oreja incompleta, y el acordeón colgado al hombro, es la imagen que 47 años después de su muerte continúa vigente en la expresión pura del vallenato.