27/02/2025
¿De cobijas rotas, el Moño Rocha y Callo Calderón?
Todo parece indicar que la relación entre Callo Calderón, exalcalde de San Diego, y Unaldo "Moño" Rocha, actual alcalde, no pasa por su mejor momento. Atrás quedaron las travesías electorales, las profesiones de lealtad y las dificultades que juntos lograban sortear.
Ahora, lo que se escucha decir al alcalde Rocha es: “¿Yo para qué necesito a Callo, si el que manda soy yo?” Algo peculiar, considerando que en los círculos políticos de San Diego y del Cesar se sabe que Callo no solo fue su mayor respaldo político, sino también uno de los principales auspiciadores económicos de su campaña. Sin ese apoyo burocrático, financiero y estratégico, otra sería la historia. "Animal ingrato", lo llaman los escuderos del exalcalde Calderón.
Si bien Callo Calderón guarda silencio y se apega a la prudencia, su actitud displicente ante el tema se entiende como una forma de evasión. Sin embargo, los hechos hablan por sí solos: el actual alcalde ha demostrado desconocer como nadie los compromisos políticos, al punto de ni siquiera respetar las cuotas burocráticas de su antecesor.
Hoy, los sandieganos comentan: "Se sabe que Callo, para manejar tanta necesidad, tenía que recurrir a una que otra mentirilla, pero al menos algo solucionaba y más de un fogón se prendía en San Diego. Pero el alcalde actual... ¡a Luis XIV le queda pequeño!".
Que no le ocurra lo mismo que a la gobernadora Elvia Milena, quien poco o nada ha hecho por San Diego, más allá de proclamar su origen sandieguano. Siguiendo la misma línea del Moño, intentó desconocer a todo el mundo, hasta que la matrona del Cesar tuvo que intervenir para limpiar el desastre que la San Juan estaba ocasionando con su prepotencia.
¿Tendrá Callo que darle una lección al Moño, sirviéndole una copa amarga para que reaccione? Lo que sí está claro es que Ape Cuello, Barriga, Lo**ta y su combo no le van a meter el hombro como lo hacían los líderes a quienes hoy pisotea a diario.
Amanecerá y veremos en las parlamentarias... o tal vez una revocatoria se asome antes de tiempo.
Lo cierto es que aún queda margen para que Rocha no pase a la historia como un mandatario petulante, arrogante y, lo más triste, desleal con sus líderes y su pueblo.