12/09/2025
El hambre del silencio
Caminé dentro del silencio,
con los huesos cargados de preguntas
que nadie quería responder.
Ni yo mismo hallaba respuestas
ante la jauría hambrienta
que devoraba mis sentidos,
y entre sus sombras
la fe, frágil ser, se agitaba hambrienta.
La fe —
esa misma criatura que a veces desaparece,
que se esconde,
que duerme —
también tenía hambre:
hambre de ser nombrada,
hambre de quedarse,
hambre de no apagarse del todo.
Y por un instante regresó
disfrazada de cosas simples:
el vuelo inocente de un pájaro,
un verso escrito oportunamente,
un niño que llora en medio del hambre.
Y entonces entendí
que yo también tenía hambre:
hambre de humanidad,
hambre de escucha,
hambre de una ternura
que el mundo parecía haber olvidado.
Entre su hambre y la mía,
un pedazo de pan podía hacer la diferencia,
evitando que llegara
al mismo extremo de la oscuridad que me tragaba.
Su mirada me hizo entender
que el hambre del silencio
se deshace
cuando otra mirada,
también hambrienta,
también rota,
pide a gritos
que la humanidad despierte.
Maya Chález
Registro DNDA
Villavicencio, Meta, Colombia