
17/09/2025
En septiembre, las playas de Ostional, en el Refugio Nacional de Vida Silvestre Ostional, se visten de magia con uno de los fenómenos naturales más impresionantes de Costa Rica: las arribadas de tortugas lora.
Cada año, la naturaleza prepara un espectáculo que combina sincronía, fuerza y vida. Miles (llegando a cientos de miles) de hembras emergen del mar al caer la noche —y en algunos casos durante el día— para excavar nidos en la arena y depositar sus huevos, momento seguido del retorno al océano.
Septiembre es uno de los meses con mayor intensidad de este fenómeno. Durante la temporada lluviosa, que se extiende aproximadamente de julio a noviembre, las arribadas alcanzan sus máximos. El pico más fuerte suele verse en septiembre y octubre.
El proceso se desarrolla en varias fases:
1. Agrupación marina: las tortugas se concentran mar adentro cerca de la costa de Ostional, nadando, migrando y preparándose.
2. Arribada: ocurre cuando las tortugas salen de forma sincronizada para llegar a la playa. Empiezan a excavar, desovar y cubrir los huevos con arena.
3. Incubación: los huevos permanecen enterrados durante aproximadamente 45-50 días.
4. Eclosión y salida: al cumplirse ese periodo, las crías emergen del nido y realizan un frenético viaje hacia el mar, guiadas por la luz que se refleja en el horizonte.
El contraste entre la arena oscura, la luna creciente o menguante, el sonido de las olas y la multitud de tortugas lora es sobrecogedor. Septiembre ofrece cielos más nublados, lluvias intermitentes, lo que añade frescura al ambiente y humedad que favorece la conservación de los nidos. Las noches se vuelven vibrantes, y cada arribada invita al silencio respetuoso, a la admiración y al cuidado.
Este fenómeno no sólo es un espectáculo visual, sino que representa la vida, el ciclo natural en su forma más primigenia. También supone un desafío: la protección de las tortugas y sus crías, la regulación del turismo, y el respeto al ecosistema son fundamentales para que esta maravilla perdure.