12/09/2025
Allá por un ya lejano 19 de julio de 2013, daba inicio un universo de películas que hablaban sobre la vida de Ed y Lorraine Warren, un demonólogo y una clarividente que tuvieron a cargo casos relacionados con lo paranormal desde el año 1952. Y en este año, con su cuarta entrega, es donde se da el final de esta saga. "The Conjuring: Last Rites" es la película que nos convoca hoy y les comentaré qué me pareció este filme, sin ningún tipo de spoilers.
La historia nos sitúa en la vida de unos Warren ya retirados, que se dedican a dar charlas sobre temas paranormales y de demonología, hasta que llega un caso que va mucho más allá de su comprensión. Es en este momento donde inicia este relato. La película se basa mucho en la nostalgia de sus predecesoras y está muy lejos de ser un filme de terror, ya que, en su desarrollo, podemos ver todos los clichés posibles para un largometraje de esta índole, pareciendo una historia de amor entre Ed y Lorraine. Queda muy lejos de ser una producción cinematográfica centrada en la demonología o en el más allá. Sin lugar a dudas, el guion realizado por David Leslie Johnson e Ian B. Goldberg es lo más débil de la película, haciendo que todo se base en jumpscares o en alguna otra fórmula efectiva para hacer interesante la trama. Michael Chaves no aporta mucho en la dirección, haciendo que esta película sea bastante desechable después de su puesta en escena.
Un aspecto positivo es el elenco, conformado por Patrick Wilson personificando a Ed y Vera Farmiga interpretando a Lorraine, ya que la química entre ellos dos, sumada a sus excelentes actuaciones, son los aspectos que sostienen esta entrega cinematográfica. Otro elemento del reparto que lo hace de buena manera, pero no sobresaliente como los mencionados, es Mia Tomlinson como la hija del matrimonio Warren, ya que aporta aspectos interesantes en pantalla que no quiero mencionar para no caer en algún tipo de spoilers. El resto de los personajes aporta muy poco como para traerlos a la conversación.
Dentro del aspecto técnico, la fotografía y el montaje, elaborados por Eli Born y Gregory Plotkin, se pueden definir como deficientes, ya que en la sala donde la vi, cuando los sucesos de la película pasaban de noche, no podía distinguir lo que pasaba de una forma clara. La música, realizada por Benjamin Wallfisch (el mismo encargado de la música en las dos partes de IT), tampoco aporta mucha relevancia a las escenas que necesiten algo de tensión en pantalla, haciendo que el impacto audiovisual no sea el esperado.
"The Conjuring: The Last Rites" está muy, pero muy lejos de ser un verdadero filme de terror y nos entrega una linda historia de amor en la familia Warren, apelando de una manera enorme al elemento nostálgico. Si usted, amigo lector, es un acérrimo seguidor de esta franquicia, puede llegar a ser de su agrado, pero si busca un terror u horror bien trabajado, este filme no es para usted.
FILME QUE DEJA LA VARA MUY BAJA PARA LA SAGA.