
28/07/2025
¿ ENTREGAMOS NUESTRA VIDA A CRISTO, O ÉL NOS DIO LA SUYA?
Aunque nosotros usamos el término ¡ Da tu vida a Cristo para que seas salvo!
debemos de entender, que la salvación no tiene nada que ver con lo que le has dado a Dios.
No vamos a caer en legalismo en asuntos de términos, pero….
La gracia gira en torno a lo que Él nos ha dado, no a lo que nosotros le damos.
Recibes vida eterna no porque le diste a Cristo tu vida, sino porque Él te dio la suya.
El sistema religioso nos enseña que Dios nos recibe por lo que le damos, ya que eso alimenta nuestro ego; pero la Escritura es clara, que cualquier justicia nuestra para alcanzar Su favor, es cómo un trapo de inmundicia.
La justicia nuestra es un fruto de que Él nos declaró primero justos en Cristo.
¿…Y qué tienes que Dios no te haya dado? Y si él te lo ha dado, ¿por qué presumes, como si lo hubieras conseguido por ti mismo?
I Corintios 4:7
A las personas religiosas les gusta pensar que pueden controlar a Dios con sus acciones, que pueden hacer que Dios reaccione ante ellas. Sin embargo, la verdad es que el Dios Soberano del universo no reacciona ante el hombre para causar nuestra salvación.
Él no está sentado allí, en su trono en el cielo, esperando con todas sus fuerzas que seamos tan amables de invitarlo a nuestras vidas. Esto es un insulto a Él.
No fuimos nosotros quienes iniciamos nuestra salvación. Él lo hizo, y sugerir lo contrario lo disminuye y nos exalta a nosotros. La salvación es obra de Dios.
Nuestra respuesta a Él se debe a que Él lo inició todo. Amamos porque Él nos amó primero. La gracia significa que somos simplemente receptores de lo que Él hizo a través de Jesucristo.
Él es el iniciador, activador y perpetuador de nuestra salvación. De principio a fin, es Él.
“Esa Buena Noticia nos revela cómo Dios NOS HACE JUSTOS ANTE SUS OJOS, lo cual se logra DEL PRINCIPIO AL FIN por medio de la fe. Como dicen las Escrituras: «Es por medio de la fe que el justo TIENE VIDA ».”
Romanos 1:17 NTV
No contribuimos en nada a nuestra salvación. Después de todo, no teníamos nada que aportar.
De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna
Juan 3:16
Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación
2 Corintios 5:19
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados 1 Juan 4:10
El evangelio no tiene nada que ver con que la humanidad se acerque a Dios para darle algo. Se trata de la Deidad, movida por amor, compasión y misericordia, que se acerca a nosotros y nos brinda una salvación que jamás podríamos haber logrado por nuestra cuenta.
Dios se hizo carne en el cuerpo del Hijo, y con el poder del Espíritu, el Hijo vino a darnos la salvación.
No tenemos nada que hacer más que creerlo y decir: "¡Muchas gracias!".
Pablo escribió a los efesios: "Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe" (Efesios 2:8-9).
No merecemos, ganamos ni trabajamos para la salvación. Simplemente la experimentamos por la fe.
Según lo que dijo Pablo al respecto, ni siquiera podemos atribuirnos la fe, pues también es "un don de Dios" y no algo que logramos por nuestra propia voluntad.
Antes de que nosotros lo deseáramos , ¡Él nos deseaba !
Muchos de nosotros no hemos comprendido bien el evangelio, y posiblemente nosotros los pastores no lo hemos explicado bien; porque tampoco lo hemos comprendido, pero gracias al amor de Dios nos va dando claridad poco a poco ( Dios ha visto nuestros corazones sinceros, no nuestras mentes imperfectas)
Tampoco vamos a hilar tan fino, que vamos a juzgar a alguien porque diga que entregó su vida a Cristo, pero lo importante es….
¡Qué Él entró primero a nuestra vida, no nosotros a la Suya!