20/09/2025
CLASE 15 - 4 Dimensiones de la Perfección
Míralo Completo en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=S8Awbg0pInU
INTRODUCCIÓN:
Cuando hablamos sobre el tema de la perfección, muchos se alarman y encienden las antenas contra cualquier idea relacionada con ella. Existen al menos tres caminos distintos a transitar sobre esta cuestión. El camino liberal, el camino perfeccionista y el camino Bíblico. Evidentemente nadie quiere ser etiquetado en los extremos del error, todos queremos transitar por una senda balanceada, equilibrada, justa y correcta. Pero si realmente queremos llegar al fondo del asunto, debemos estudiar detenidamente lo que Dios ha dicho al respecto.
EL CAMINO LIBERAL es aquel que sostiene que podemos ser “perfectos” en Cristo, mientras aún vivimos en el pecado y la maldad. Según esta idea la conducta del ser humano no interfiere en su estatus de “perfecto” ante Dios. El ser perfectos no es una condición que debe ser determinada por el carácter, la conducta o el comportamiento de la persona, sino meramente por la fe. Esta es una clase de perfección externa, forense y legal, obtenida mediante un arreglo (ajuste) con Dios en los registros celestiales, pero sin sacrificio, reforma o cambio de conducta en la persona. De modo que podemos ser considerados “perfectos”, aunque nuestro comportamiento no esté a la altura de la norma de la ley de Dios. Somos “perfectos” no por nuestra conducta, sino porque la justicia de Cristo cubre nuestra imperfección. Al estar legalmente cubiertos con la justicia de Cristo, se nos considera “perfectos” y “sin mancha” aunque nuestro carácter diga otra cosa.
EL CAMINO EXTREMISTA sostiene también que podemos ser “perfectos” en Cristo, pero en nuestros propios esfuerzos humanos. Según esta idea, la fuerza para lograrlo está en ti mismo. El hombre debe empeñarse en alcanzar el estándar moral de la norma de Dios y creer que ya es perfecto. En este aspecto la conducta y el comportamiento son muy importantes para determinar el nivel de perfección que tenemos. El individuo se autoengaña con la idea de que lo han logrado ya, o tiene poder suficiente en sí mismo para obtener tal estado. Algunos incluso declaran ser ya perfectos y santos, (incluso aunque su conducta delate que realmente no han alcanzado tal estado) y aseguran ya no poder pecar más. Esta idea ha sido muy bien señalada como “perfeccionismo”.
Las dos ideas anteriormente presentadas son erradas en su teología. Ambas sostienen que es posible ser “perfectos” aunque toman diferentes atajos para ese fin. Son extremos opuestos, pero ambas enseñan y creen en la perfección. Mientras una plantea un estado de perfección forense y legal en el cual la conducta nada o poco tiene que ver en el asunto, el otro sostiene un estado de perfección antropocéntrico, en el cual el hombre se lleva toda la gloria de haber alcanzado en sus propios medios la victoria sobre sus defectos e imperfecciones. Algunos extremos plantean haberse despojados de la naturaleza pecaminosa. Muchos son los hermanos que creen en alguno y otro extremo de la perfección, pero pocos se dan cuenta de la verdadera naturaleza de sus enseñanzas y el peligro que éstas proponen.
LA VERDADERA PERFECCIÓN BÍBLICA es aquella en la que Cristo es el centro del desarrollo de principio a fin. Toda la gloria es para Él. La conducta y el comportamiento humano no están al margen del proceso. Así como una planta crece cada día más, y en cada etapa de crecimiento es perfecta hasta alcanzar la madurez; de igual manera es el crecimiento y desarrollo del carácter cristiano hasta la madurez del carácter. No hay punto de descanso o de confianza en la carne humana. No es antropocéntrica, sino cristocéntrica. No se declara con la boca, sino que se muestra con los hechos. No es haber alcanzado carne santa, sino vida santa en carne pecaminosa. Es la total y completa dependencia de la gracia para vencer en Cristo Jesús. No significa estar exento de tentación, luchas o pruebas, sino elegir siempre lo correcto y el completo sometimiento de nuestra voluntad a la voluntad de Cristo.
LA PERFECCIÓN EN LA BIBLIA:
Cuando se trata el tema de la perfección en la Biblia, debe tenerse en cuenta que hay al menos 4 dimensiones diferentes de la perfección. Si estas no son reconocidas y comprendidas, la confusión es muy probable al hablar del tema. No pocos rechazan la idea de la perfección por tener una muy vaga comprensión de su significado y límites. Las cuatro dimensiones de la perfección son las siguientes: 01 - Perfección Absoluta. 02 - Perfección de Naturaleza. 03 - Perfecta sumisión de Carácter. 04 - Perfecta Madurez de Carácter. Ahora procuremos definir cada una de esas dimensiones, para tener una comprensión clara al respecto.
PERFECCIÓN ABSOLUTA
Como la misma palabra lo indica, la perfección absoluta es la perfección que no admite errores. No hay margen para la equivocación de ningún tipo. Implica completa infalibilidad y conocimiento de todo cuanto existe. Evidentemente esta perfección sólo existe en Dios y está vinculada con los atributos divinos. Omnisciencia, Omnipotencia, Omnipresencia, Eternidad, Inmortalidad y Autoexistencia. La Inmutabilidad e Invariabilidad eterna. Dios no conoce errores, pues todo lo sabe. Él no se equivoca. Un aspecto más de esta perfección es la imposibilidad para pecar. Veamos ahora los textos involucrados:
Mal 3:6 “Porque YO JEHOVÁ NO CAMBIO; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.”
Heb 13:8 “Jesucristo ES EL MISMO AYER, Y HOY, Y POR LOS SIGLOS.”
Stg 1:17 “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, EN EL CUAL NO HAY MUDANZA, NI SOMBRA DE VARIACIÓN.”
Isa 45:23 “Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y NO SERÁ REVOCADA: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua.”
Núm 23:19 “DIOS NO ES HOMBRE, PARA QUE MIENTA, NI HIJO DE HOMBRE PARA QUE SE ARREPIENTA. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?”
Ecl 3:14 “He entendido que TODO LO QUE DIOS HACE SERÁ PERPETUO; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.”
Stg 1:13 “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque DIOS NO PUEDE SER TENTADO POR EL MAL, NI ÉL TIENTA A NADIE; …”
Job 11:7 “¿Descubrirás tú los secretos de Dios? ¿Llegarás tú a LA PERFECCIÓN DEL TODOPODEROSO?”
Job 11:8 “Es MÁS ALTA QUE LOS CIELOS; ¿qué harás? Es MÁS PROFUNDA QUE EL SEOL; ¿cómo la conocerás?”
Job 11:9 “Su dimensión es más extensa que la tierra, Y más ancha que el mar.”
Rom 11:33 “¡Oh profundidad de las riquezas DE LA SABIDURÍA Y DE LA CIENCIA DE DIOS! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!”
Rom 11:34 “Porque ¿quién entendió LA MENTE DEL SEÑOR? ¿O quién fue su consejero?”
Rom 11:35 “¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado?”
Rom 11:36 “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.”
Vemos como la perfección de Dios está ligada a su conocimiento infinito y eterno. Él lo sabe todo, absolutamente todo. Nada escapa de su sabiduría. De modo que su conocimiento absoluto va ligado a una perfección absoluta e infalible. Teniendo en cuenta esta información es totalmente absurdo que hablemos de alcanzar la perfección absoluta. Nunca alcanzaremos en esta tierra esa perfección, y tampoco la alcanzaremos en el cielo. Toda la eternidad no será suficiente para que podamos lograrla. Nadie debería hablar de perfección absoluta en la escala humana. No está disponible ni siquiera para los santos ángeles perfectos que moran junto al trono de Dios. Tampoco los habitantes de otros mundos tienen acceso a esa perfección. La perfección absoluta está más allá de la “criatura”. Dejemos establecido de una vez y por todas que sólo Dios es absolutamente perfecto.
PD: Cuando los eruditos modernos nos acusan de enseñar la “perfección absoluta”, sólo atacan un muñeco de pajas. Los que creemos en la perfección disponible para el cristiano, no entendemos que se trate de la perfección absoluta. La Teología de la Última Generación tampoco sostiene que antes del cierre de la gracia debemos volvernos absolutamente perfectos. Es una injusticia que se nos acuse de tal idea, cuando el solo pensamiento es descabellado y desenfocado de la realidad. Con esto claramente establecido veamos entonces los otros conceptos de perfección.
PERFECCIÓN DE NATURALEZA
Considerando que la perfección absoluta sólo es posible en la esfera de Dios, la Biblia también nos habla de otra clase de perfección que tiene en cuenta nuestra esencia o naturaleza física con la que estamos hechos. Llamaremos a ésta, perfección de naturaleza. ¿Qué significa? Significa que poseemos un cuerpo santo, perfecto, simétrico y equilibrado según el plan de Dios. No hay malas pasiones, ni malos impulsos en esta naturaleza. Cuando Dios hace algo, Él lo hace santo y perfecto. No hay defecto alguno en ello. Así creó Dios a los ángeles, a los seres de otros mundos, y a nuestros primeros padres Adán y Eva. Textos Bíblicos relacionados:
Gén 1:27 “Y creó Dios al hombre A SU IMAGEN, A IMAGEN DE DIOS LO CREÓ; varón y hembra los creó.”
Gén 1:31 “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que ERA BUENO EN GRAN MANERA. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.”
Heb 2:7 “Le hiciste UN POCO MENOR QUE LOS ÁNGELES, LE CORONASTE DE GLORIA Y DE HONRA, Y le pusiste sobre las obras de tus manos; …”
Cuando Dios creó al hombre, hizo a un ser perfecto, no sólo en su carácter y mente, sino también en sus facultades físicas. La carne que poseía entonces el hombre antes del pecado y la caída era carne santa. Con una humanidad perfecta y simétrica, el hombre sólo poseía impulsos y pasiones santas. Su temperamento e inclinaciones eran sin pecado. No había nada en el hombre que le predispusiera a violar la ley. Sus apetitos estaban consagrados a la voluntad divina. Eso es lo significa poseer una naturaleza perfecta o perfección de naturaleza. Los ángeles en el cielo y los mundos no caídos también poseen esta perfección.
El problema es que el pecado malogró esa perfección. Nos quitó la perfección de naturaleza. Contaminó no sólo el carácter y la mente del hombre, sino que arruinó sus facultades físicas. Después de la caída la carne que posee el hombre se transformó en carne pecaminosa. Ahora es una humanidad caída y degradada, cuyos impulsos y pasiones se han corrompido. El temperamento y la inclinación de la carne es ahora hacia el pecado. Ahora nuestra propia carne nos predispone a pecar. Nuestros apetitos ya no están consagrados a Dios. No tenemos fuerza moral en nosotros para obedecer. Y esto se ha denominado poseer una naturaleza caída o pecaminosa.
Jua 8:34 “Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, ESCLAVO ES DEL PECADO.”
Rom 6:16 “¿No sabéis que, si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, SOIS ESCLAVOS DE AQUEL A QUIEN OBEDECÉIS, sea DEL PECADO PARA MUERTE, o sea de la obediencia para justicia?”
2Pe 2:19 “Les prometen libertad, y son ellos mismos ESCLAVOS DE CORRUPCIÓN. Porque EL QUE ES VENCIDO POR ALGUNO ES HECHO ESCLAVO DEL QUE LO VENCIÓ.”
Así sucedió con Adán. Tras la caída el hombre se rindió a la voluntad del pecado y fue hecho un siervo de la injusticia. Se convirtió en esclavo del pecado. Al ser vencido por Satanás, pasó a estar sometido al reino de la iniquidad. Esta degradación afectó doblemente al hombre, corrompiendo sus facultades superiores (carácter) y también sus facultades inferiores (cuerpo). Desde entonces el hombre perdió todo acceso a la perfección de la carne o naturaleza inferior. Tal vez sea bueno plantearnos la pregunta, ¿cuándo volveremos a poseer naturaleza perfecta? ¿Cuándo nuestra carne volverá a ser santificada? ¿Cuándo tendremos fuerza moral en nosotros mismo para obedecer?
1Co 15:49 “Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial.”
1Co 15:50 “Pero esto digo, hermanos: que LA CARNE Y LA SANGRE NO PUEDEN HEREDAR EL REINO DE DIOS, NI LA CORRUPCIÓN HEREDA LA INCORRUPCIÓN.”
1Co 15:51 “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos SEREMOS TRANSFORMADOS,
1Co 15:52 “en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los mu***os SERÁN RESUCITADOS INCORRUPTIBLES, y NOSOTROS SEREMOS TRANSFORMADOS.”
1Co 15:53 “PORQUE ES NECESARIO QUE ESTO CORRUPTIBLE SE VISTA DE INCORRUPCIÓN, Y ESTO MORTAL SE VISTA DE INMORTALIDAD.”
1Co 15:54 “Y cuando esto corruptible SE HAYA VESTIDO DE INCORRUPCIÓN, y esto mortal SE HAYA VESTIDO DE INMORTALIDAD, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.”
1Co 15:55 “¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?”
1Co 15:56 “ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.”
El apóstol Pablo nos deja claro en su primera carta a los corintios que nuestra lucha contra la carne y la sangre corruptible permanecerá hasta la segunda venida de Cristo. Es entonces cuando seremos transformados y recibiremos carne santa una vez más. Cristo nos dará naturalezas perfectas y entonces podremos gloriarnos de la perfección de nuestra naturaleza. Lo que será hecho entonces, no es otra cosa que la reversión de los efectos del pecado en la carne o cuerpo físico. Las facultades inferiores volverán a ser santas una vez más. Ya no seremos más tentados por nuestra propia humanidad. Se escuchará entonces un glorioso grito de triunfo, pues nunca más volveremos a ser perseguidos por tentaciones internas. El apóstol lo describe también con otras palabras:
Rom 8:22 “Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora;”
Rom 8:23 “y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también GEMIMOS DENTRO DE NOSOTROS MISMOS, ESPERANDO LA ADOPCIÓN, LA REDENCIÓN DE NUESTRO CUERPO.”
2Co 5:1 “Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, TENEMOS DE DIOS UN EDIFICIO, UNA CASA NO HECHA DE MANOS, ETERNA, EN LOS CIELOS.”
2Co 5:2 “Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella NUESTRA HABITACIÓN CELESTIAL;”
2Co 5:3 “pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos.”
2Co 5:4 “Porque asimismo LOS QUE ESTAMOS EN ESTE TABERNÁCULO GEMIMOS CON ANGUSTIA; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, PARA QUE LO MORTAL SEA ABSORBIDO POR LA VIDA.”
Estos pasajes hablan con claridad del asunto que hemos estado presentando. La perfección de naturaleza es algo que debemos esperar en la segunda venida de Cristo. Hasta entonces nos toca gemir “dentro de nosotros mismos”, esperando a que Cristo venga y arregle el defectuoso cuerpo que poseemos y nos de entonces esa casa inmortal y perfecta para que lo mortal sea absorbido por la vida. De modo que nos queda claro así que la perfección de naturaleza no es algo en lo que debemos ocupar nuestra mente ahora. No se nos pide tal perfección en la tierra, ya que está fuera de nuestro alcance y la misma nos será dada como un regalo cuando Cristo vuelva en su segunda venida.
Heb 11:39 “Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido;”
Heb 11:40 “proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, PARA QUE NO FUESEN ELLOS PERFECCIONADOS APARTE DE NOSOTROS.”
Después de mostrarnos una larga lista de héroes de la fe, Hebreos 11 explica que todos ellos murieron sin haber recibido lo prometido. Lo prometido es “…la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.” (Heb 11:10) Eso queda claro a leer los versículos 13 al 16. Esa ciudad es la misma que Cristo prometió preparar para su iglesia (Ver. Juan 14:1-3) y a la cual nos llevará en su segunda venida. Es entonces ahí cuando juntos todos seremos “perfeccionados”. Todos los héroes de la fe, junto con nosotros recibiremos la perfección de naturaleza, puesto que ellos aún no han recibido este don que recibiremos todos en su segunda venida.
1Ts 4:15 “Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, NO PRECEDEREMOS A LOS QUE DURMIERON.”
1Ts 4:16 “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los mu***os en Cristo resucitarán primero.”
1Ts 4:17 “Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, SEREMOS ARREBATADOS JUNTAMENTE CON ELLOS en las nubes para RECIBIR AL SEÑOR EN EL AIRE, y ASÍ ESTAREMOS SIEMPRE CON EL SEÑOR.”
Glorioso será ese día cuando el poder de Dios ponga fin a nuestro sufrimiento en la carne. Cuando toda enfermedad hereditaria o adquirida sea corregida. Cuando toda mala pasión, tendencia e inclinación de la carne desaparezca para siempre con sus tentaciones e inclinaciones al mal. Cuando nunca más volvamos a ser tentados. Entonces dejaremos de “gemir dentro de nosotros mismos”, pues llegará finalmente la redención de nuestro cuerpo. Seremos glorificados.
1Co 1:30 “Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y REDENCIÓN;”
1Co 1:31 “para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.”
Flp 3:20 “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;”
Flp 3:21 “EL CUAL TRANSFORMARÁ EL CUERPO DE LA HUMILLACIÓN NUESTRA, PARA QUE SEA SEMEJANTE AL CUERPO DE LA GLORIA SUYA, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.”
Finalmente vemos que la perfección de naturaleza es algo que debemos esperar hasta la segunda venida de Cristo. Nunca antes de eso recibiremos “carne santa” o “naturaleza perfecta”. Los que reclaman perfección de la carne en esta tierra no saben lo que dicen. Mientras vivamos en este mundo tendremos que luchar con fieras tentaciones internas producidas por nuestra propia humanidad. A donde quiere que vayamos llevaremos con nosotros esa poderosa carga de enfermedad, degeneración y corrupción de la carne. No tiene término nuestra lucha contra la naturaleza inferior de este lado de la eternidad. Y así lo entendió también la hermana White:
“Cuando los seres humanos reciban LA CARNE SANTIFICADA, no permanecerán en la tierra, sino que serán llevados al cielo. Si bien es cierto que el pecado es perdonado en esta vida, SUS RESULTADOS NO SON AHORA SUPRIMIDOS POR COMPLETO.” (2MS 38.1; 2SM.33.3) (Mensajes Selectos, Tomo.2, Pág.38, Par.1)
“ES EN OCASIÓN DE SU VENIDA cuando Cristo “transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya”. Filipenses 3:21...” (2MS 38.2; 2SM.33.3) (Mensajes Selectos, Tomo.2, Pág.38, Par.2)
“PERO NO NOS JACTEMOS DE NUESTRA SANTIDAD. Al tener una visión más clara del inmaculado carácter de Cristo y de su infinita pureza, nos sentiremos como Daniel cuando contempló la gloria del Señor, y dijo: “Mi fuerza se cambió en desfallecimiento”. Daniel 10:8.” (3MS 405.4; 3SM.355.3) (Mensajes Selectos, Tomo.3, Pág.405, Par.4)
“NO PODREMOS DECIR: “YO SOY IMPECABLE”, HASTA QUE ESTE CUERPO VIL SEA TRANSFORMADO A LA SEMEJANZA DE SU CUERPO GLORIOSO. Pero si constantemente tratamos de seguir a Jesús, tenemos la bendita esperanza de estar en pie delante del trono de Dios, SIN MANCHA NI ARRUGA NI COSA SEMEJANTE; completos en Cristo, vestidos con el manto de su justicia y perfección.” (Signs of times, Times, 23 de marzo de 1888) (3MS 406.1; 3SM.355.4) (Mensajes Selectos, Tomo.3, Pág.406, Par.1)
“Pero NO ALARDEAREMOS DE NUESTRA SANTIDAD. Al comprender mejor la infinita pureza de Cristo, sentiremos como Daniel cuando contempló la gloria del Señor, quien dijo: “Mi fuerza se cambió en desfallecimiento”. Daniel 10:8. NO PODEMOS DECIR: “YO NO TENGO PECADO”, HASTA QUE ESTE CUERPO VIL SEA CAMBIADO Y TRANSFORMADO A LA SEMEJANZA DE SU CUERPO DIVINO. Pero si procuramos constantemente seguir a Jesús, tenemos la bendita esperanza de estar ante el trono de Dios sin mancha ni arruga, completos en Cristo, ATAVIADOS CON SU JUSTICIA Y PERFECCIÓN.” (The Signs of the Times, 23 de marzo de 1888) (AFC 360.2; TMK.361.5) (A Fin de Conocerle, Pág.360, Par.2)
“Aquellos que presumen pensar que la ley de Dios ha sido abolida y que ya no existe, han establecido su propia norma imperfecta. Midiéndose a sí mismos según su propio estándar finito, SE DECLARAN PUROS Y PERFECTOS. Satanás tiene precisamente esa norma, mediante la cual DECLARA QUE ES JUSTO; pero estas normas falsas no pueden compararse con la norma infalible de justicia de Dios. Nadie que aprecie la verdad de la ley de Dios PRETENDERÁ TENER UN CARÁCTER EXALTADO. Nuestra verdadera posición, y la única en la que hay alguna seguridad, es la del arrepentimiento y la confesión de los pecados ante Dios. SINTIÉNDONOS PECADORES, tendremos fe en nuestro Señor Jesucristo, EL ÚNICO QUE PUEDE PERDONAR LA TRANSGRESIÓN E IMPUTARNOS JUSTICIA. Cuando los tiempos de refrigerio vengan de la presencia del Señor, entonces los pecados del alma arrepentida que recibió la gracia de Cristo y venció mediante la sangre del Cordero, serán removidos de los registros del cielo y SERÁN COLOCADOS SOBRE SATANÁS, EL CHIVO EXPIATORIO, el originador del pecado, y nunca más seremos recordados contra él para siempre. Los pecados de los vencedores serán borrados de los libros de registro, pero sus nombres permanecerán en el libro de la vida. El Testigo Fiel dice: “El que venciere, será vestido con vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, sino que confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles”. Cuando termine el conflicto de la vida, cuando la armadura sea puesta a los pies de Jesús, cuando los santos de Dios sean glorificados, ENTONCES Y SÓLO ENTONCES SERÁ SEGURO AFIRMAR QUE SOMOS SALVOS Y SIN PECADO. La verdadera santificación no llevará a ningún ser humano a DECLARARSE SANTO, SIN PECADO Y PERFECTO. DEJA QUE EL SEÑOR PROCLAME LA VERDAD DE TU CARÁCTER.” (ST May 16, 1895, par. 4) (The Signs of the Times, 16 de mayo de 1895, Par.4)
Entonces queda así totalmente establecido que en esta tierra no podemos reclamar perfección de la carne. No es seguro declarar nuestra santidad, justicia o perfección. Así vemos que hay dos tipos de perfección (perfección absoluta y perfección de naturaleza) que no nos incumbe en esta tierra. Una porque sólo le pertenece a Dios, y la otra porque no la veremos sino hasta que Cristo regrese por segunda vez. Pero estas no son las únicas dimensiones de la perfección en la Biblia. Encontramos al menos dos implicaciones más, dos conceptos importantes de la perfección que deben ser tratados y estudiados. Estudiaremos tales conceptos en el próximo capítulo.