26/09/2025
En el ajedrez del castrismo, Joel García León acaba de descubrir que es un alfil que nunca llegará a ser rey. Mientras Yoerky Sánchez Cuéllar era nombrado nuevo director del Granma por acuerdo del Buró Político del Partido Comunista, Joel se quedaba atrapado en su reino de segunda: la dirección del semanario Trabajadores, un puesto que aceptó como trampolín pero que ahora siente como una celda.
La noticia, caliente aún, según las fuentes, quema en sus manos más que todos los ascensos que logró serruchando pisos durante veinte años en el periodismo oficialista. Él, que siempre se creyó destinado a más, ve cómo el sistema al que tanto sirvió prefiere a un burócrata del Comité Central, que llega desde Juventud Rebelde, antes que a un trepador de su astucia.
La historia de Joel es la de un hombre que aprendió pronto que en el periodismo revolucionario lo importante no es escribir bien, sino saber a quién hundir. Cuando llegó a Trabajadores como estudiante, ya tenía claro que su futuro no estaría en las redacciones, sino en los viajes al exterior que patrocinaba el Comité Central.
El serruchador más grande de la prensa cubana, Joel García, está molesto porque no lo nombraron director del diario Granma