05/08/2025
Reflexionando con el Ps. Durley
“CONSECUENCIAS”
Definitivamente, todo acto genera una CONSECUENCIA, sea buena o mala, en dependencia de la acción. A veces las CONSECUENCIAS nos gustan, otras, nos desagradan pero incluso Dios nos muestra que hasta Él mismo establece CONSECUENCIAS para todos los actos del ser humano. Sin embargo, algunas personas presentan un patrón de comportamiento mediante el cual pretenden evadir la responsabilidad de sus actos sobre las CONSECUENCIAS que éstos generan, adjudicándoles dicha responsabilidad a otros.
Cuentan que uno de estos años en los que las lluvias habían sido particularmente intensas en toda la región, una gran corriente del río se llevó la choza de un campesino pero cuando cesaron habían dejado en la tierra una valiosa joya. El buen hombre vendió la alhaja y con la suma que le entregaron reconstruyó su choza y el resto se lo regaló a un niño huérfano y desvalido del pueblo. La riada, había arrasado también otro poblado y un campesino para salvar la vida, tuvo que encaramarse a un tronco de árbol que flotaba sobre las turbulentas aguas. Otro hombre, despavorido, le pidió socorro, pero el campesino se lo negó diciéndose asimismo: “Si se sube éste al tronco, a lo mejor se vuelca y me ahogo”
Los años pasaron y estalló la guerra en ese reino. Ambos campesinos fueron alistados. El campesino bondadoso fue herido de gravedad y conducido al hospital. El médico que le atendió, con gran cariño y eficacia era aquel muchachito huérfano al que él había ayudado. Lo reconoció y puso toda su ciencia y amor al servicio del malherido. Logró salvarlo y se hicieron grandes amigos de por vida.
El campesino egoísta tuvo por capitán de la tropa al hombre al que no había auxiliado. Le envió a la primera línea de combate y días después halló la muerte en las trincheras.
Observemos que cualquiera a la ligera pensara… “Que doctor tan amable o simplemente estaba cumpliendo con su deber”, en el otro caso, alguien expresara… “Ese capitán es un vengativo, eso no se hace”. Claro, porque resulta bien fácil encontrar la responsabilidad de las CONSECUENCIAS de nuestros actos en los otros. No se trata ni de un médico súper héroe ni de un hombre villano, sino de que cada campesino recogió lo que sembró en los corazones de estos individuos.
Cuando un estudiante desaprueba un examen, muy pocas veces se cuestiona cuánto estudió, porque por lo general la responsabilidad recae sobre la preparación o los métodos del maestro. ¿No es cierto? En la mayoría de los matrimonios las diferencias provienen especialmente de esta causa, ya que a ambos les cuesta asumir la responsabilidad de sus actos y por ende, se la pasan señalándose el uno al otro, por lo que solamente ellos son culpables. Los casos más difíciles de convivencia matrimonial que me he encontrado radican en la intención que tienen de querer cambiarse mutuamente, siempre pensado, y estando seguros que el que está mal es la otra persona. Y eso es un error, que ha traído consigo muchas separaciones. Porque ninguno de los dos da el primer paso al cambio, e imitan el ministerio acusador del diablo con sus conyugues. ¿Acaso conoces a alguien parecido? Jajajajajaj, no es necesario responder… jajajaja.
El hecho de no aceptar las CONSECUENCIAS de nuestros actos es tan antiguo como el primer hombre. Este comportamiento ha estado presente desde Génesis 3.11-13 que relata que cuando Adán desobedece a Dios y éste le pregunta ¿qué has hecho?, él le responde, la mujer que me distes por compañera me dio el fruto prohibido y entonces, yo comí. De modo que Adán no asumió su responsabilidad, culpó primero a aquel quien le dio la vida, y luego a la mujer que era sangre de su sangre y hueso de su hueso. Como dijera alguien… “la culpa nunca cae al suelo”.
Culpar a otros de tus actos no te quita responsabilidad por ellos. Al contrario, te hace más responsable. Asumamos las CONSECUENCIAS de lo que hagamos con valentía, y mostremos con humildad, el valor que encierra el reconocer nuestra responsabilidad en el asunto. Dime algo… ¿Sabes que es lo que estás haciendo con tus actos? Si lo sabes, no busques más culpables a tu alrededor, mírate en un espejo… ¡Allí está!
Dios te bendiga!
💁♂️ Ha sido una reflexión con el
Ps. Durley para Radio Fe 🇨🇺