
02/05/2025
📢🚨Tres héroes detrás de la arrancada de la CTE Carlos Manuel de Céspedes🚨📢
Durante siete meses miles de hombres y mujeres, jefes, especialistas, obreros, doctores en ciencia o humildes operarios, se han consagrado a la reparación de la Unidad 3 de la Termoeléctrica Carlos Manuel de Cespedes.
Todos han resultado imprescindibles en el empuje de una obra crucial no solo para los cienfuegueros, sino para Cuba.
Innumerables dificultades han sido superadas gracias al esfuerzo, entrega, profesionalidad, talento y sentido de pertenencia de este colectivo y de otras entidades y empresas que han participado en el complejo proceso de reparar una unidad de generación térmica de tales características.
Este 1ro de Mayo, como un regalo simbólico en el Día Internacional de los Trabajadores, la 3 sincronizó .
Sin embargo, en la última hora pudo hacerlo gracias al arrojo de tres cienfuegueros, sin cuya actitud, la Unidad hubiera tardado dos o tres días o más.
Las toberas, pequeñas piezas que rocían agua en forma spray en el interior del conducto de escape del cilindro de baja presión de la turbina, se encontraban obstruidas. Como consecuencia, no realizaban su función de enfriamiento y al llegar a los 107 grados celsius, el sistema de protección automática de la turbina se disparaba.
Normalmente, el procedimiento es parar y aguardar varios días a que se enfríe el interior de la maquinaria para que los operarios penetren y realicen el cambio de las toberas.
Se trata, aun así, de una maniobra compleja, por tratarse de un espacio confinado, sin visibilidad, con riesgo de caída al vacío a una altura de 15 metros.
Pero ayer, con todas esa esas condiciones adversas y además una temperatura de 60 grados Celsius o más, tres valientes cienfuegueros entraron en la cámara del conducto de escape e hicieron el procedimiento de cambiar las toberas.
Fueron ellos el MSc Rafael Sosa Beltrán, especialista del Grupo de Produccion de la Carlos Manuel, de 31 años. Realizó el cambio de 4 toberas y tuvo la compañía de Yasniel Romero León, mecánico B de Mantemiento Industrial, de 28 años.
Sin embargo, a pesar de su proeza, aun faltaba una, que no habían podido cambiar por la hostilidad de la alta temperatura.
Toda la maniobra había sido asegurada por el Grupo de Salvamento y Rescate del Cuerpo de Bomberos del Ministerio del Interior, precisamente por su elevada peligrosidad.
Fue entonces cuando, arrojado como siempre ha sido, el Técnico de Salvamento y Rescate, Abel Martínez Ponce, de 57 años, asumió el fin de la tarea: penetró en el conducto y cambió la última tobera.
Así, sencillamente, estos hombres, héroes anónimos de la cotidianidad, convirtieron en 45 minutos lo que hubieran sido dos o tres días de espera. Y, felizmente, desde ayer la torre de la Central Termoeléctrica de la Perla del Sur, la más estable del país, vuelve a pintar de claro humo el cielo de la bahía de Jagua.