25/06/2025
“A veces me pregunto si esto es todo.”
Te levantas, trabajas, pagas cuentas, saludas a los mismos, comes lo mismo, sonríes cuando debes, y otra vez.
Y otra vez.
Y otra vez.
Y te preguntas cuándo fue que tu vida dejó de ser vida y se convirtió en rutina.
No quiero sonar dramático.
Pero… ¿esto era ser adulto?
¿Esto era tener éxito?
¿Esto era "ser responsable"?
¿Romperme la espalda para pagar un carro que apenas manejo, una casa que casi no disfruto, y una lista de pendientes que nunca termina?
A veces siento que todo el mundo está fingiendo.
Que todos están rotos, cansados, estresados, pero nadie lo dice.
Todos se callan, todos sonríen en fotos, todos escriben frases bonitas mientras por dentro se están cayendo a pedazos.
¿Y por qué?
Porque ser vulnerable es mal visto.
Porque si dices que no puedes, te dicen que eres débil.
Porque si te atreves a parar, el mundo te pisa.
A veces solo quisiera gritar:
"¡HEY! ¿A alguien más le cuesta esto? ¿A alguien más le duele?"
Pero nadie responde.
Y aún así… sigo.
Tal vez por inercia.
Tal vez porque en el fondo, espero que algo cambie.
O tal vez porque tengo esa tonta esperanza de que un día, esto que vivo comience a parecerse a lo que soñaba.