28/06/2025
Hace unos meses, una mujer, fundadora de otra comunidad, me reclamó por algo que otra chica había usado de su web un diseño para usarlo en nuestro directorio gratuito, al cual, cada una sube de manera independiente. Le dije con respeto que debía hablar con la persona implicada, que yo solo ofrecía un espacio gratuito y que no era mi responsabilidad controlar lo que cada quien hiciera.
Le expliqué que en ese momento no podía atenderla: en una hora tenía que dar un workshop de todo un día… y, sinceramente, no estaba bien emocionalmente: el día anterior me habían dado el diagnóstico de que mi gato tenía cáncer.
Su respuesta fue:
“Qué desilusión me llevo, tenía otro concepto de vos.” (y más cosas….)
WHAAAT!? ¿En qué momento exigir empatía se volvió un derecho solo de una parte?
Otra vez, una mujer me escribió para pedirme que promocione su negocio de uñas. Le respondí explicándole que tengo tarifas
Su reacción fue de indignación:
“¿Cómo que me vas a cobrar por yo ponerte uñas?”
Literal, le dije que no estaba interesada. Hoy cuido más mi energía.
Pero me sigue impactando cómo muchas no respetan el trabajo de otras, mientras exigen visibilidad, apoyo y “sororidad”.
Normalicemos que estamos en Alemania, que todas trabajamos y que los intercambios justos también son feministas.
No, mi trabajo no es un hobby. Y sí, los límites son necesarios.
Hace dos años actualizamos las normas en el grupo de Facebook, había mucho comercio informal, competencia desleal y caos.
Era agotador. Parecíamos mamás vigilando el recreo.
La comunidad tiene gastos: Canva, CapCut, Zoom, Wix, el directorio, son gastos que necesito cubrir y ascienden a 1.400€ anuales. Decidimos cobrar 5€ para publicar servicios o productos también para regular más quien publicaba qué. Nada descabellado.
Y aún así…Me escribieron cosas como:
“¡Eres una desgraciada! Yo vivía de publicar en el grupo y ahora me cobras.”
Y no, no estoy exagerando. Lo tengo guardado. (¿ajá y nuestro tiempo? y ni eso porque el dinero no va a nuestros bolsillos, plop!)
cuéntenme sus experiencias parfavaaaaaar
