Medicina Clinica

Medicina Clinica Medicina Clínica, Presentamos los casos clínicos y procedimientos quirúrgicos más impresionantes de la medicina.
(2551)

“Pensé que era solo un bulto en la cabeza… hasta que empezaron los dolores y me dijeron que tenía dientes dentro del crá...
21/09/2025

“Pensé que era solo un bulto en la cabeza… hasta que empezaron los dolores y me dijeron que tenía dientes dentro del cráneo.”

La historia de Julián y el insólito diagnóstico que cambió su vida

Julián tenía 19 años cuando notó que una pequeña protuberancia en la parte superior de su cabeza comenzaba a crecer.
No dolía al principio.
Pensó que era un quiste, o quizá una malformación ósea desde nacimiento.
Pero con los meses, la masa se hizo más evidente.
Incluso algunos amigos bromeaban:
—“Tienes cuernos, bro.”
Pero él lo ignoraba… hasta que llegaron los síntomas.

Comenzó con dolores de cabeza intensos.
Vértigo. Náuseas.
Y una presión constante detrás de los ojos.

Fue entonces cuando su madre lo llevó al hospital.



Los médicos solicitaron una tomografía computarizada del cráneo.
Lo que vieron los dejó perplejos:
una masa intracraneal con calcificaciones dentarias claras, quistes y tejido ectópico.
Se trataba de un teratoma intracraneal, un tumor raro, formado por células germinales que pueden generar componentes como dientes, pelo, grasa, tejido nervioso, cartílago… e incluso hueso.

El teratoma no solo crecía hacia adentro del encéfalo, sino que también rompía la tabla ósea del cráneo, empujando hacia afuera.
Por eso se palpaba como una masa en la cabeza.



La cirugía fue compleja.
El equipo neuroquirúrgico logró resecar gran parte del tumor.
Dentro del tejido tumoral encontraron:

🦷 Varios dientes completamente formados
🧬 Pelo
🧠 Y componentes mucosos
Una auténtica mezcla de tejidos humanos… creciendo donde no debían crecer.



El resultado de la biopsia confirmó el diagnóstico:
📋 Teratoma maduro intracraneal con extensión extracraneal.

Afortunadamente, al ser un teratoma maduro, no era maligno.
Y tras la cirugía, Julián pudo recuperarse con seguimiento periódico.



🧠 ¿Qué es un teratoma intracraneal?

🔸 Tumor de origen germinal, extremadamente raro en el encéfalo.
🔸 Puede contener tejidos bien diferenciados (piel, dientes, hueso, etc.)
🔸 Suele presentarse en niños y adultos jóvenes.
🔸 Los síntomas dependen de la localización: cefalea, vómitos, convulsiones, alteraciones visuales.
🔸 El tratamiento es quirúrgico y, en algunos casos, quimioterapia o radioterapia si es inmaduro o maligno.



Julián hoy lleva una cicatriz en el cuero cabelludo.
Una marca física… pero también un recuerdo de lo improbable.

—“Nunca imaginé tener dientes dentro de mi cabeza. Pero me enseñó que en el cuerpo humano… nada es imposible.”



📌 Nota médica: Los teratomas intracraneales son extremadamente raros. Su detección temprana y manejo quirúrgico son claves. No todos los bultos en la cabeza son benignos. Ante cualquier cambio progresivo, consulta a un especialista.

20/09/2025

“No entendía por qué me miraban raro… hasta que ella me dejó por vergüenza.”
La historia de Manuel y las huellas en su cuero cabelludo

Manuel tiene 43 años.
Siempre fue reservado, callado, trabajador.
Desde joven notó que el cuero cabelludo le cambiaba de forma.
Al principio pensó que era algo normal… o quizás grasa acumulada.
Pero con los años, las arrugas en su cabeza se hicieron más profundas.
Surcos, pliegues, como si su cráneo tuviera ondas.

No dolía.
No picaba.
Pero estaba ahí.
Cada vez más marcado.
Y cada vez más difícil de ocultar, incluso con el cabello largo.



Su esposa, al principio, no decía nada.
Hasta que un día, mientras discutían, lo dijo sin filtros:

—“No quiero estar con alguien con esa cabeza deforme. Me da vergüenza salir contigo.”

Y se fue.



Manuel cayó en una depresión.
Se sentía sucio, raro, rechazado.
Hasta que decidió hacer lo que nunca había hecho: consultar con un dermatólogo.



El diagnóstico fue inmediato:
📋 Cutis verticis gyrata (CVG).
Una condición rara en la que el cuero cabelludo desarrolla pliegues profundos, similares a las circunvoluciones del cerebro.

El médico le explicó:

🔹 No es contagioso.
🔹 No es por mala higiene.
🔹 Y no es su culpa.

En su caso, era una forma primaria esencial, sin causa subyacente.
Pero en otros pacientes puede asociarse a trastornos hormonales, neurológicos o síndromes genéticos.



Le hicieron estudios para descartar acromegalia, síndrome de Ehlers-Danlos y otros trastornos. Todo normal.
No necesitaba cirugía, pero sí limpieza regular, vigilancia dermatológica y apoyo psicológico.

Y eso fue lo que más necesitaba: comprensión.



Hoy, Manuel vive solo.
Pero ya no se esconde.
Corta su cabello con seguridad.
Y cada vez que alguien le pregunta qué tiene en la cabeza, responde con claridad y sin vergüenza:

—“Es cutis verticis gyrata. Una condición rara, pero no me define. No me hace menos.”



🧠 ¿Qué es cutis verticis gyrata?

🔸 Es una condición benigna que produce pliegues profundos en el cuero cabelludo.
🔸 Puede ser primaria (idiopática o asociada a síndromes) o secundaria (por enfermedades como acromegalia, tumores o traumatismos).
🔸 No es dolorosa ni peligrosa, pero puede afectar la autoestima.
🔸 El manejo incluye higiene meticulosa, estudios asociados y, en algunos casos, cirugía estética.



Porque a veces, lo más doloroso no es la enfermedad… sino el rechazo de quienes no intentan entenderla.

Y porque cada pliegue de la piel cuenta una historia, pero ninguno debería borrar tu dignidad.

“Creí que era solo un dolor de pierna… pero era algo que estaba creciendo dentro del hueso.”La historia de Valeria y su ...
16/09/2025

“Creí que era solo un dolor de pierna… pero era algo que estaba creciendo dentro del hueso.”

La historia de Valeria y su lucha contra el sarcoma de Ewing

Valeria tenía 14 años y amaba correr.
En la escuela, siempre era la más rápida en educación física.
Hasta que un día, comenzó a quejarse de un dolor persistente en el muslo derecho.

Su madre pensó que era solo fatiga o un tirón muscular.
Pero con los días, el dolor se volvió constante, incluso de noche.
Valeria cojeaba. Ya no podía correr.
Y su muslo empezó a verse más hinchado que el otro.

Fueron al médico.
Le indicaron una radiografía.
Y ahí comenzó el verdadero miedo.



La imagen mostraba una lesión lítica agresiva en el fémur, con bordes mal definidos y reacción perióstica tipo “piel de cebolla”.
El oncólogo fue claro:
📋 “Puede ser un sarcoma de Ewing. Necesitamos una biopsia.”



La biopsia confirmó el diagnóstico.
Un tumor maligno óseo altamente agresivo, más común en adolescentes.
Afecta principalmente los huesos largos: fémur, tibia, pelvis o costillas.

Inmediatamente, Valeria inició tratamiento:
💉 Quimioterapia
🦴 Cirugía de resección del hueso afectado
🛡️ Reconstrucción con prótesis ortopédica
💪 Radioterapia (en algunos casos)



Fueron meses de lucha física y emocional.
Perdió el cabello.
Tuvo días donde no podía levantarse.
Pero jamás dejó de luchar.



Hoy, a sus 16 años, Valeria camina con una leve cojera.
Pero volvió a la escuela, volvió a reír, y lo más importante: está libre de enfermedad.

—“Mi pierna ya no es la misma… pero yo soy más fuerte que antes.”



🧠 ¿Qué es el Sarcoma de Ewing?

🔸 Es un tumor maligno óseo o de partes blandas, de origen neuroectodérmico.
🔸 Afecta principalmente a niños, adolescentes y adultos jóvenes (10–20 años).
🔸 Es agresivo, pero respondedor a quimioterapia.
🔸 Se localiza comúnmente en fémur, pelvis, costillas y tibia.
🔸 El diagnóstico se hace por biopsia y estudios de imagen.
🔸 El tratamiento incluye quimioterapia + cirugía + radioterapia.



📌 Mensaje final:

Si tu hijo o hija tiene un dolor persistente en un hueso, que no mejora, especialmente si hay hinchazón, fiebre baja o dolor nocturno, no lo subestimes.
El diagnóstico temprano puede salvar vidas y extremidades.

“Los dientes que contaban una historia antes de que él pudiera hablar”Mateo tenía 7 años y su madre lo llevó al dentista...
15/09/2025

“Los dientes que contaban una historia antes de que él pudiera hablar”

Mateo tenía 7 años y su madre lo llevó al dentista porque sus dientes delanteros tenían una forma rara: eran pequeños, con un borde en forma de media luna.
Ella pensaba que solo era un “defecto estético” y que con ortodoncia se solucionaría.

Pero el dentista, al verlos, reconoció de inmediato lo que eran: dientes de Hutchinson, una señal clásica de sífilis congénita.
Pidió más estudios y derivó a Mateo a pediatría.

Las pruebas confirmaron el diagnóstico: Mateo había nacido con la infección porque su madre la tenía durante el embarazo y nunca fue tratada.
Ella, con la voz temblorosa, recordó que nunca se había hecho controles prenatales completos porque se sentía “sana” y no creía que fueran necesarios.

El niño comenzó tratamiento para prevenir complicaciones y su madre recibió atención médica y apoyo psicológico.
Aunque los dientes no volverán a la forma normal, ambos aprendieron que las enfermedades de transmisión sexual no siempre dan síntomas visibles en los adultos… pero sí pueden marcar a un hijo para toda la vida.

“Pensé que era solo un mal estómago… pero era gastritis”Claudia, de 34 años, trabajaba como ejecutiva y vivía a base de ...
06/09/2025

“Pensé que era solo un mal estómago… pero era gastritis”

Claudia, de 34 años, trabajaba como ejecutiva y vivía a base de café, comidas rápidas y reuniones estresantes.
Desde hacía semanas sentía ardor en la boca del estómago, sobre todo en las mañanas y cuando pasaba muchas horas sin comer.

Al principio lo ignoró. Pensó: “Será el café”.
Pero el ardor se convirtió en dolor constante, acompañado de náuseas y una sensación de pesadez cada vez que terminaba de comer.

Una noche, el dolor fue tan intenso que terminó en urgencias.
Tras la evaluación y una endoscopia, el diagnóstico fue claro: gastritis crónica. La mucosa de su estómago estaba inflamada, probablemente por el exceso de café, el estrés y una dieta poco saludable.

El médico le explicó que, de no tratarse, podría evolucionar a una úlcera.
Claudia cambió su alimentación, redujo el café, aprendió a manejar el estrés y comenzó tratamiento.
Hoy, cada vez que siente un poco de ardor, recuerda que su estómago también necesita cuidados y descanso.

“Pensé que eran venas normales… hasta que mi abdomen habló por mí.”La historia de don Ernesto, 56 años.Don Ernesto siemp...
02/09/2025

“Pensé que eran venas normales… hasta que mi abdomen habló por mí.”

La historia de don Ernesto, 56 años.

Don Ernesto siempre había sido fuerte.
Trabajador incansable del campo, amante del café y del buen ron.
Decía con orgullo que nunca había necesitado un médico.
Pero su cuerpo tenía otra historia.

Todo comenzó con algo que parecía inofensivo:
🔹 Hinchazón abdominal
🔹 Molestias después de comer
🔹 Y unas venas que empezaron a verse alrededor del ombligo.

“Debe ser por cargar cosas pesadas”, pensó.
Pero con el tiempo, las venas se hicieron más prominentes, abultadas y ramificadas, como raíces bajo su piel.
Una noche, su hija le dijo:

— “Papá, eso parece una telaraña de venas. Tienes que ir al médico.”

Cuando por fin accedió, el médico solo necesitó ver su abdomen para sospechar:

“Esto es el signo de cabeza de Medusa… y eso indica hipertensión portal.”

Ernesto no entendía.
Le hicieron una ecografía abdominal, luego una endoscopía y una tomografía.
Y ahí estaba la causa:
cirrosis hepática secundaria a años de consumo de alcohol, que había derivado en hipertensión en la vena porta, impidiendo el flujo normal de la sangre a través del hígado.

Como resultado, la sangre buscó rutas alternativas, y se desvió a las venas superficiales del abdomen.



🔍 ¿Qué es el signo de cabeza de Medusa?

Es la dilatación de las venas periumbilicales, visibles y tortuosas, como los “cabellos” de la mitológica Medusa.
Es un signo clínico de hipertensión portal, y puede acompañarse de:
• Ascitis
• Esplenomegalia
• Várices esofágicas (riesgo de sangrado)
• Encefalopatía hepática



Don Ernesto comenzó tratamiento:
• Dieta baja en sodio
• Diuréticos
• Evitó alcohol por completo
• Y se programó para evaluación por un hepatólogo para posible derivación portosistémica (TIPS)

Ahora vive con más cuidados.
Ya no carga sacos pesados.
Pero lleva sobre su abdomen la memoria de una batalla silenciosa.

“Si yo hubiera escuchado antes…
Si hubiera entendido que el cuerpo avisa…”

Hoy Ernesto comparte su historia con otros hombres de su comunidad.
Para que no confundan señales de alerta con simples “achaques”.



Escucha a tu cuerpo.
Las venas no se marcan sin motivo.
Y el hígado, aunque callado… también sufre.

“Pensé que era solo una infección común… pero era el aviso de algo mucho más grave.”La historia de Esteban, 36 años.Este...
31/08/2025

“Pensé que era solo una infección común… pero era el aviso de algo mucho más grave.”

La historia de Esteban, 36 años.

Esteban siempre fue un hombre tranquilo.
Tuvo una sola pareja en su vida: su esposa.
Nunca pensó en enfermedades de transmisión sexual.
Decía con orgullo:

“Yo no necesito pruebas, soy fiel.”

Un día empezó con molestias en la boca:
• Dolor al tragar
• Ardor constante
• Lengua y paladar cubiertos de placas blancas que no se quitaban con el cepillo

Fue al médico pensando que era algo menor.
El diagnóstico inicial:
📋 Candidiasis oral (muguet).
El médico le recetó antifúngicos, pero la infección no mejoraba.
Al contrario: se volvía más extensa y dolorosa.

Eso levantó sospechas:

“Cuando la candidiasis oral es persistente y extensa, hay que investigar inmunosupresión”, dijo el especialista.

Le realizaron exámenes…
y la verdad golpeó fuerte:
Esteban tenía VIH.
No lo sabía.
Nunca había tenido síntomas hasta ese momento.
Su carga viral era alta y su recuento de CD4 estaba por el suelo.



¿Cómo pasó si solo tuvo una pareja?

Al indagar, descubrió que su esposa había sido infectada antes de conocerlo y nunca lo supo.
El virus había estado latente en su cuerpo durante años, silencioso, hasta que debilitó su sistema inmune lo suficiente para dejar aparecer la señal:
una simple infección por hongos que no cedía.



Esteban sintió miedo, rabia, tristeza.
Pero también entendió algo:

“Esto no es castigo ni pecado. Es una enfermedad. Y se trata.”

Inició terapia antirretroviral, mejoró su sistema inmune y hoy vive con VIH indetectable, gracias al tratamiento.



✅ Enseñanza médica y social:
• El VIH no se diagnostica por “apariencia” ni por “confianza”: la única forma de saberlo es hacerse la prueba.
• Candidiasis oral recurrente en adultos siempre debe hacer pensar en inmunosupresión.
• Con tratamiento, el VIH no es una sentencia de muerte.
Se puede vivir sano y sin transmitir el virus (indetectable = intransmisible).



Hoy Esteban lo cuenta con valentía:

“Si una mancha blanca me salvó la vida, fue porque me obligó a buscar ayuda.
No esperes a que tu cuerpo grite lo que un simple análisis puede decirte.”

“Pensé que solo era estrés… pero mi equilibrio decía otra cosa.”La historia de Ernesto y el hallazgo inesperado en su ce...
29/08/2025

“Pensé que solo era estrés… pero mi equilibrio decía otra cosa.”

La historia de Ernesto y el hallazgo inesperado en su cerebelo

Ernesto tenía 42 años cuando empezó a notar algo raro en su día a día.
No era un dolor.
Era una sensación constante de inestabilidad al caminar, como si sus pies no tocaran bien el suelo.
A veces se tropezaba sin razón.
Otras veces, las cosas a su alrededor parecían moverse por un segundo.
Incluso escribir se le hacía más torpe que antes.

—“Debes estar cansado,” le decían.
—“Es estrés,” pensaba él.

Pero un día, mientras bajaba una escalera, perdió el equilibrio completamente y cayó de lado.
No hubo fracturas, pero sí una señal clara: algo no estaba bien.

Su médico le pidió una resonancia magnética cerebral.



📋 El informe fue claro:

“Lesión quística multiloculada grande en el hemisferio cerebeloso derecho, con componente mural nodular sólido, realce poscontraste sugestivo de hemangioblastoma cerebeloso.”

Ernesto no entendía mucho.
Pero el neurocirujano le explicó:

🧠 “Tienes un hemangioblastoma.”

Un tumor vascular benigno, poco frecuente, que puede aparecer en el cerebelo, la médula espinal o la retina.
A pesar de no ser maligno, puede comprimir estructuras importantes del sistema nervioso, afectando el equilibrio, la coordinación, y hasta la función vital.



La cirugía fue necesaria.

El equipo de neurocirugía accedió al cerebelo por una craniectomía suboccipital.
Lograron resecar completamente el tumor, incluyendo su porción sólida y los quistes asociados.
El sangrado fue controlado con precisión, ya que estos tumores son muy vascularizados.

La anatomía patológica confirmó el diagnóstico:
📌 Hemangioblastoma cerebeloso.



Ernesto pasó semanas en rehabilitación motora.
Reaprendió a caminar sin tambalearse.
Volvió a leer sin mareos.
Y sobre todo, volvió a confiar en su cuerpo.

—“Pensé que era solo torpeza… y era mi cerebro pidiendo ayuda.”



🧠 ¿Qué es un hemangioblastoma cerebeloso?

🔸 Tumor vascular benigno del sistema nervioso central.
🔸 Aparece en cerebelo, médula espinal o retina.
🔸 Puede ser esporádico o asociado a la enfermedad de Von Hippel-Lindau.
🔸 Síntomas: desequilibrio, ataxia, cefalea, náuseas, vértigo.
🔸 Diagnóstico: resonancia magnética.
🔸 Tratamiento: resección quirúrgica.



📌 Reflexión:

No todo síntoma neurológico es por “estrés”.
Si algo cambia en tu cuerpo —tu forma de caminar, de ver, de moverte—, escúchalo.
Una imagen a tiempo puede hacer la diferencia entre vivir con miedo… o vivir en equilibrio.

Me dijeron que no viviría… pero yo decidí conocerlo igual.”La historia de Laura y su hijo con anencefaliaLaura tenía 28 ...
29/08/2025

Me dijeron que no viviría… pero yo decidí conocerlo igual.”

La historia de Laura y su hijo con anencefalia

Laura tenía 28 años y estaba embarazada por primera vez.
Cada ultrasonido era una mezcla de ilusión y nerviosismo.
Pero en la semana 20, todo cambió.

El médico entró con una mirada que lo decía todo.

—“Tu bebé tiene anencefalia”, le dijo.

📋 Anencefalia: un defecto grave del tubo neural en el que partes importantes del cerebro, cráneo y cuero cabelludo no se desarrollan.
No tiene cura. Y la mayoría de los bebés mueren horas o días después de nacer.

Laura quedó en silencio.

Le ofrecieron interrumpir el embarazo.
Le dijeron que no habría conciencia, ni capacidad de interacción.
Que era un bebé que nunca podría vivir una vida plena.

Pero Laura sintió algo dentro:
Quería conocerlo. Aunque fuera por un instante.



Durante el resto del embarazo, preparó su corazón.
Le escribió cartas. Le cantaba canciones. Le hablaba cada noche.

No compró cuna.
No decoró el cuarto.
Solo preparó una mantita suave y una pequeña gorra.

Cuando llegó el momento, el parto fue silencioso.
El equipo médico sabía lo que venía.

Su hijo, al que llamó Simón, nació en la madrugada.
No lloró. Pero respiraba.
Y Laura lo sostuvo contra su pecho durante 54 minutos.

—“Fue el amor más intenso que he sentido en mi vida.
No abrió los ojos.
No respondió a mi voz.
Pero estuvo en mis brazos.
Y eso fue suficiente.”



Después de su partida, Laura comenzó a compartir su historia.
No desde el dolor solamente, sino desde el poder de la decisión:

👉 Decidir con información.
👉 Decidir con respeto.
👉 Decidir con amor.



🧠 Enseñanza médica:

• La anencefalia es un defecto del tubo neural que ocurre durante las primeras 3-4 semanas del embarazo.
• No tiene tratamiento curativo.
• La prevención está ligada al consumo adecuado de ácido fólico antes y durante el embarazo.
• Las decisiones tras el diagnóstico son profundamente personales, y deben ser acompañadas con empatía y apoyo multidisciplinario.



Hoy, Laura sigue hablando de Simón.
No como un caso clínico.
Sino como su hijo.

Uno que vivió poco…
pero que cambió su vida para siempre.

“La mancha que cambió su vida”Luis, de 42 años, notó una pequeña mancha violácea en el paladar.Al principio pensó que er...
29/08/2025

“La mancha que cambió su vida”

Luis, de 42 años, notó una pequeña mancha violácea en el paladar.
Al principio pensó que era por haberse mordido o por comer algo muy caliente.
No dolía, así que lo dejó pasar.

Con el tiempo, la mancha creció, aparecieron otras en las encías y la lengua, y notó que sangraban fácilmente al cepillarse.
Además, comenzó a perder peso sin motivo y se sentía más cansado de lo normal.

Su pareja insistió en que fuera al médico.
En la consulta, el especialista observó las lesiones y ordenó una biopsia.
El resultado fue claro: sarcoma de Kaposi, un tumor vascular poco común, frecuentemente asociado a la inmunosupresión, especialmente en personas con VIH avanzado.

Las pruebas confirmaron que Luis tenía VIH y no lo sabía.
El cáncer era una señal de que su sistema inmunitario estaba muy debilitado.
Inició tratamiento antirretroviral junto con quimioterapia para las lesiones orales.

Hoy, Luis dice que si hubiera consultado por esa primera mancha, tal vez su diagnóstico habría llegado antes…
y que a veces el cuerpo habla con señales muy pequeñas que no hay que ignorar.

“Soñaba con escuchar su corazón… pero el ultrasonido mostró otra cosa.”La historia de Mariana, 27 años.Mariana llevaba u...
28/08/2025

“Soñaba con escuchar su corazón… pero el ultrasonido mostró otra cosa.”

La historia de Mariana, 27 años.

Mariana llevaba un año buscando quedar embarazada.
Cuando por fin la prueba dio positivo, lloró de felicidad.
Llamó a su esposo, compró el primer body diminuto, y comenzó a imaginar el cuarto del bebé.

Durante las primeras semanas, todo parecía normal… salvo por algo raro:
• Náuseas y vómitos intensos, mucho más que lo habitual.
• Dolor abdominal y sangrado leve, que ella atribuía a “algo normal del embarazo”.

Su familia le decía:

“Eso es normal, cada cuerpo es distinto.”

Pero en la ecografía de la semana 10, el silencio del médico lo dijo todo.

“Mariana, no escucho latido. Y la imagen no muestra un feto… sino algo diferente.”

En la pantalla no había un bebé, sino una imagen en “tormenta de nieve”:
📋 Diagnóstico: Embarazo molar (Mola hidatiforme).



¿Qué es un embarazo molar?

Es un tipo de enfermedad trofoblástica gestacional, donde en lugar de formarse un embrión normal, crece tejido anormal en el útero.
En la ecografía, se ve como múltiples vesículas, parecidas a racimos de uva.



Mariana no quiso aceptarlo.
Gritó, lloró, le suplicó al médico:

“Revise otra vez, doctor. Debe haber un error. ¡Es mi primer hijo!”

Pero no había error.
Le explicaron que debía someterse a un legrado uterino inmediato, porque:
✔ Ese tejido podía causar hemorragias graves.
✔ Incluso podía transformarse en un cáncer llamado coriocarcinoma.



La operación fue segura.
Pero el dolor emocional fue profundo.
Mariana pasó semanas llorando, sintiéndose vacía.
El equipo médico la apoyó, y también su esposo.
Le explicaron que, tras un seguimiento adecuado y niveles de hCG controlados, podría volver a intentar quedar embarazada en el futuro.

Un año después, con controles perfectos, Mariana volvió a intentarlo.
Y esta vez, en la ecografía… sí escuchó el latido que tanto soñó.



✅ Enseñanza médica:
• El embarazo molar no es culpa de la mujer.
• Puede ocurrir en cualquier gestación, aunque es más común en extremos de edad reproductiva.
• Síntomas de alarma:
✔ Sangrado vaginal irregular
✔ Náuseas y vómitos intensos
✔ Crecimiento uterino mayor al esperado
✔ Niveles muy altos de hCG

El diagnóstico temprano salva la vida y preserva la fertilidad.



Mariana hoy cuenta su historia para que otras mujeres no ignoren los síntomas.
Porque la ilusión más grande… merece estar acompañada de cuidados reales.

“Pensé que era un simple dolor muscular… pero mi riñón ya estaba pidiendo auxilio.”Una historia que podría ser la tuya.E...
21/06/2025

“Pensé que era un simple dolor muscular… pero mi riñón ya estaba pidiendo auxilio.”
Una historia que podría ser la tuya.

Empezó como un malestar discreto.
Un dolor en el costado derecho, justo debajo de las costillas.
Me incomodaba al caminar, al agacharme, al estar mucho tiempo de pie.
Lo atribuí a las malas posturas, al estrés, o a dormir mal.

Tomé antiinflamatorios.
Calor local.
Un poco de reposo.
Y seguí con mi rutina, como si nada.

Pero el cuerpo tiene límites.



En cuestión de días, el dolor se volvió agudo.
Me despertaba por las noches.
Sentía escalofríos.
La o***a cambió de color.
Y apareció esa sensación tan extraña: ganas de o***ar, pero sin poder hacerlo bien.

Ahí ya no hubo excusas.
Fui al hospital.



La ecografía fue clara:
Tenía litiasis renal.
Piedras en el riñón.
Una de ellas obstruía la vía urinaria y había provocado una hidronefrosis incipiente.

Había ignorado las señales.
Y por poco, el daño habría sido permanente.

El médico me lo explicó con sencillez:

—“Tus riñones no fallan de golpe. Te avisan… pero no siempre lo escuchamos a tiempo.”



Me colocaron un catéter temporal.
Tuve que hacer reposo, tomar antibióticos y preparar una pequeña intervención para eliminar los cálculos.

Y en medio del susto, entendí algo simple y poderoso:

💧 Beber agua no es solo un buen hábito.
Es una forma de salvar órganos en silencio.
Es darle a tus riñones lo que necesitan para seguir trabajando por ti… sin descanso.



⚠️ Hoy te pregunto:

• ¿Cuánta agua tomaste hoy?
• ¿Has tenido molestias en la zona lumbar sin explicación?
• ¿Orinas con ardor o poca cantidad y lo ignoras?
• ¿Consumes demasiada sal, embutidos o bebidas azucaradas?

Tus riñones están haciendo su trabajo.
¿Y tú… los estás cuidando?



Ahora cada vaso de agua que tomo me recuerda esta lección:
Prevenir no es exagerar.
Es aprender a quererse antes de que sea tarde.



🩺 Advertencia: Este contenido es informativo. No sustituye la consulta médica presencial ni debe usarse para autodiagnóstico. Si tienes síntomas, acude siempre a un profesional de salud.

Dirección

REP. DOM Bonao
Bonao
42000

Notificaciones

Sé el primero en enterarse y déjanos enviarle un correo electrónico cuando Medicina Clinica publique noticias y promociones. Su dirección de correo electrónico no se utilizará para ningún otro fin, y puede darse de baja en cualquier momento.

Compartir

Categoría