23/11/2025
Tarta de la abuela cremosa con galletas y chocolate
La tarta de la abuela es uno de esos postres que saben a infancia, merienda familiar y fiestas en casa. No necesita horno, se prepara con ingredientes muy sencillos y el resultado es una tarta de capas: galletas suaves, una crema tipo flan muy cremosa y una cobertura de chocolate que la hace irresistible. A continuación tienes la versión detallada, con trucos para que te quede firme, se corte perfecta y tenga muchísimo sabor.
Ingredientes
2 paquetes de galletas tipo María
750 ml de leche entera
2 sobres de preparado para flan o natillas (elige el sabor que más te guste)
150 g de chocolate negro para postres (mínimo 50–55 % cacao)
200 ml de nata para montar (crema para batir)
4 cucharadas de azúcar (puedes ajustar al gusto)
½ taza de café solo (opcional, para mojar las galletas; puede ser descafeinado)
Leche extra, si prefieres mojar las galletas solo en leche
Canela en polvo o virutas de chocolate para decorar
Paso 1: Preparar la crema tipo flan
Separa 500 ml de leche y viértelos en un cazo.
Reserva un poco de esa leche en un vaso para disolver el preparado de flan si el paquete lo indica.
Añade al cazo los 2 sobres de preparado y 2 cucharadas de azúcar (o la cantidad que recomiende el fabricante si ya viene azucarado). Mezcla bien con varillas para que no queden grumos.
Lleva a fuego medio, removiendo constantemente, hasta que la mezcla espese y comience a hervir suave. Es importante no dejar de mover para que no se pegue al fondo ni se formen grumos.
Cuando tenga textura de crema espesa (al pasar la cuchara se marca el surco), retira del fuego. Cubre la superficie con film transparente en contacto directo con la crema para evitar que se forme costra y deja templar mientras sigues con la receta.
Paso 2: Preparar la ganache de chocolate
Coloca los 200 ml de nata en un cazo limpio y caliéntala a fuego bajo hasta que esté bien caliente, pero sin que llegue a hervir a borbotones.
Aparta del fuego y añade el chocolate negro troceado.
Deja reposar 1 minuto y luego mezcla con una espátula o varillas hasta obtener una crema lisa, brillante y sin trocitos de chocolate.
Prueba de dulzor y, si te gusta más dulce, incorpora 1–2 cucharadas de azúcar mientras aún está caliente. Remueve hasta que se disuelva por completo.
Deja templar la ganache; debe quedar fluida pero no muy líquida para que al ponerla sobre la tarta no se pierda por los bordes.
Paso 3: Preparar las galletas
En un plato hondo mezcla café con un poco de leche, o utiliza solo leche si prefieres un sabor más suave para los niños.
No dejes las galletas demasiado tiempo dentro del líquido: basta con un par de segundos por lado. Deben humedecerse, pero seguir firmes para que no se rompan ni se deshagan dentro del molde.
Paso 4: Montaje de la tarta
Forra la base de un molde desmontable con papel vegetal o unta ligeramente con mantequilla.
Ve colocando una primera capa de galletas remojadas hasta cubrir toda la base. Puedes romper alguna galleta para rellenar huecos.
Vierte encima una primera capa de crema de flan todavía templada y extiéndela con una espátula para que quede lisa.
Añade otra capa de galletas mojadas y repite el proceso, alternando galletas – crema – galletas – crema, hasta terminar la crema de flan. Procura que la última capa antes del chocolate sea de crema para que el acabado quede más suave.
Alisa bien la superficie y deja reposar unos 10–15 minutos a temperatura ambiente para que se asiente.
Paso 5: Cubrir con la crema de chocolate
Cuando la ganache esté templada y más espesa, viértela con cuidado sobre la superficie de la tarta, comenzando por el centro y dejando que se extienda hacia los bordes.
Mueve ligeramente el molde o utiliza una espátula para cubrir toda la parte superior.
En este punto puedes espolvorear canela en polvo, un poco de cacao puro, virutas de chocolate o galletas trituradas, según el estilo que prefieras.
Paso 6: Reposo en frío y servicio
Lleva la tarta al refrigerador y déjala mínimo 4 horas, aunque lo ideal es dejarla toda la noche. Este tiempo es clave para que las galletas se hidraten bien, la crema termine de cuajar y la tarta se pueda cortar en porciones limpias.
Para desmoldar, pasa un cuchillo fino por el borde del molde, ábrelo con cuidado y traslada la tarta a una bandeja.
Corta con un cuchillo de hoja lisa, limpiándolo entre corte y corte para que las capas se vean bonitas. ¡Y a disfrutar de este clásico que nunca falla!