20/07/2025
"Fue la hija mayor del "Jefe" . "Flor de Oro Trujillo Ledesma nació el 7 de julio de 1915 en San Cristóbal, en una familia aún modesta. Su infancia fue sencilla, marcada por los límites económicos y por un padre con aspiraciones militares, pero aún sin poder.
Cuando su padre, Rafael Leónidas Trujillo, tomó el poder en 1930, Flor tenía 15 años. A partir de entonces, su vida cambió por completo: pasó a habitar palacios, asistir a eventos diplomáticos y ser tratada como la “primera hija” de una nueva era autoritaria.
Aunque disfrutó del lujo, Flor nunca fue una marioneta del régimen. Tenía carácter fuerte, una mente libre y no temía opinar. Incluso llegó a escribir: “Amo a Trujillo, mi padre, pero estoy en contra de Trujillo, el presidente”.
A los 17 años se enamoró perdidamente del joven y seductor diplomático Porfirio Rubirosa. El romance fue tan intenso como polémico. Su padre, al principio se opuso, pero terminó permitiendo la boda, celebrada con todo el esplendor que el poder podía ofrecer.
La felicidad no duró. Rubirosa era mujeriego, extravagante, y maltratador. Flor de Oro vivió abusos físicos y emocionales. Su padre, al enterarse, ordenó el divorcio y destruyó la carrera de Rubirosa, confiscándole sus bienes y poder.
Flor no se rindió al fracaso. Se casó varias veces —nueve en total— buscando amor, estabilidad y, quizás, una identidad propia lejos del apellido Trujillo. Pero el peso del pasado siempre la seguía.
Tras el as*****to de su padre en 1961, Flor se encontraba en el extranjero. Intentó regresar a despedirse, pero las nuevas autoridades no lo permitieron. Comenzó entonces un largo exilio, sin patria ni protección.
Vivió en Canadá, luego en Europa, y finalmente en Estados Unidos. En cada lugar fue recibida con distancia, como la hija del dictador, aunque ella intentaba simplemente ser Flor.
Publicó un libro donde hablaba de su padre no como el tirano de la historia oficial, sino como el hombre que conoció en casa: un padre protector, severo y obsesionado con el poder.
Aislada de la política dominicana, pasó sus últimos años en Nueva York, y luego en Miami. Se decía que llevaba siempre una mirada triste, como quien lo tuvo todo y luego lo perdió sin comprender del todo por qué.
Murió el 15 de febrero de 1978, víctima de cáncer de pulmón. Su partida fue silenciosa, sin homenajes, sin despedidas públicas, como si el mundo ya se hubiese olvidado de ella.
Flor de Oro fue una mujer atrapada entre el amor y la historia, entre su rebeldía y su sangre. Vivió a la sombra de un hombre inmenso, que fue su padre y su cruz.
Y aun así, intentó ser más que hija del dictador. Quiso vivir, amar, equivocarse y dejar huella con su propio nombre, aunque fuera imposible borrar el apellido. Si desea ver el video que hice visitando su tumba está en el primer comentario.