03/12/2025
Le dijeron que nunca sería nadie, pero les dio la lección más grande de todas
Durante años, lo señalaron, se bvrl@ron y hasta lo llamaron “el hombre r@ta”.
Lo miraban con extrañeza, con lástima… o con burla. A veces, todo a la vez.
Pero él —con apenas 71 centímetros de estatura— se encargó de demostrar que la grandeza no se mide en centímetros… sino en coraje.
Nelson de la Rosa nació con una extraña condición genética que solo comparten unas cien personas en el mundo. Le dijeron que no lograría nada, que su destino sería vivir a la sombra, como una anécdota más.
Pero desde muy joven entendió que las palabras de otros no pueden marcar tu vida… a menos que tú lo permitas.
En 1988, protagonizó su primera película. Era un paso pequeño para muchos, pero gigante para él. En 1990, su vida cambió por completo: llegó al programa "Sábado Sensacional", y desde ahí su nombre comenzó a sonar en toda Latinoamérica.
Nelson nunca pidió compasión. Solo pidió una oportunidad.
Y cuando se la dieron, la rompió.
Estuvo en "Sábado Gigante", compartió pantalla con Marlon Brando, grabó un videoclip de rock, y hasta se volvió amuleto de buena suerte del beisbolista Pedro Martínez, quien lo llevó a cada juego durante la temporada que rompió la m@ldi # # de los Red Sox tras 86 años.
También encontró el amor. En 2002 se casó con Jennifer y juntos tuvieron un hijo. Para muchos, eso parecía imposible. Para él, era solo el siguiente paso.
Pero su vida no fue fácil: el prejuicio, la presión y los viajes constantes pasaron factura a su matrimonio. Aun así, como lo hizo siempre, siguió adelante.
Lamentablemente, cuando viajaba rumbo a reencontrarse con su familia, un inf@ # # le apagó la sonrisa, esa que tantos habían aprendido a admirar.
Partió lejos… pero no solo. Porque ya el mundo entero sabía quién era Nelson de la Rosa, y lo recordaba como lo que verdaderamente fue:
un gigante que le cerró la boca a todos los que lo miraron con despr3cio.
Porque sí, lo llamaron el “hombre rata”, pero él les enseñó que hasta el apodo más crvel puede quedar pequeño… cuando decides vivir en grande.
Nelson de la Rosa, la historia del hombre más pequeño que les dio la lección más grande.