18/07/2025
"AYUDÉ A UN HOMBRE SIN HOGAR A ARREGLAR SUS ZAPATOS FRENTE A UNA IGLESIA — 10 AÑOS DESPUÉS, UN POLICÍA VINO A MI CASA CON SU FOTO
Hacía un frío intenso, de ese que se te mete en los huesos. Acababa de terminar unos recados cuando decidí entrar a la iglesia para reflexionar un momento. Fue entonces cuando lo vi: sentado en los escalones de la iglesia, sin sombrero, con las manos temblorosas mientras trataba de arreglar sus zapatos destrozados.
No podía simplemente pasar de largo. Algo en él me tocó profundamente.
""Déjame ayudarte"", le dije, agachándome a su lado. Levantó la mirada, sus ojos cansados y enrojecidos encontraron los míos, pero aún conservaban una chispa de esperanza. Le até los zapatos, envolví mi bufanda en sus hombros y le llevé sopa caliente y té de una cafetería cercana.
""Toma"", le dije, entregándole la comida. Escribí mi dirección en un pedazo de papel. ""Si alguna vez necesitas un lugar o alguien con quien hablar, búscame"".
Asintió en silencio. Me alejé, pensando que probablemente nunca volvería a saber de él.
Pasaron diez años. La vida era normal: trabajo, amigos, familia, rutinas. Una noche, mientras tomaba té en casa, alguien llamó a la puerta. Al abrir, había un policía frente a mí sosteniendo la fotografía del hombre sin hogar al que había ayudado en los escalones de aquella iglesia una década atrás.
""SEÑORA"", preguntó, ""¿HA VISTO A ESTE HOMBRE?""⬇️"