29/11/2025
Te dicen que cuando te casas, también te casas con su familia.
Pero nadie te advierte que no siempre te van a tratar como parte de ella.
Puedes pasar años compartiendo cenas, fiestas, nacimientos…
Y aun así, sentirte como visita.
Te sonríen en la mesa, pero hablan de ti cuando no estás.
Te agradecen cuando ayudas, pero te critican si pones límites.
Esperan que seas incondicional, pero jamás te defienden.
Y un día entiendes:
la familia de tu pareja no es tu familia.
No por el apellido, no por la sangre…
sino por la manera en que te hacen sentir.
Porque familia no es quien convive por compromiso,
sino quien te respeta, te cuida y te elige.
Así que deja de esforzarte por agradar.
No tienes que encajar en donde no te quieren.
Mientras tu pareja sepa poner límites y te respalde,
no necesitas más aprobación que esa.
La familia se elige con los actos.
Y si no te quieren como parte de ellos,
al menos que no te rompan por intentar serlo..