03/09/2025
Aprender a dar las gracias es una lección crucial, pero a menudo se nos olvida. Nos centramos tanto en lo que sigue, en la próxima meta, el próximo reto, que enterramos el pasado. Y en ese pasado, a veces, se quedan las personas que nos ayudaron a llegar hasta donde estamos hoy.
No es algo de lo que nos demos cuenta, porque la prisa, la rutina, los nuevos rostros, las nuevas experiencias, lo tapan todo. Nos llenamos de metas, de nuevos viajes y de nuevas conquistas, pero no siempre nos detenemos a reflexionar.
Pero, ¿qué hay de aquellos que estuvieron en los mejores y los peores momentos? ¿Qué pasa con quienes fueron un faro cuando no veíamos nada, un apoyo cuando estábamos a punto de caer o simplemente un pilar que hacía que todo tuviera sentido? A menudo, a esas personas, a esos momentos y a ese apoyo, los sepultamos.
No podemos permitir que el pasado se convierta en una caja cerrada de la que nunca hablamos. No podemos enterrar los recuerdos de quienes nos ayudaron a ser mejores, de quienes nos enseñaron el significado de la resiliencia y de quienes nos levantaron cuando tropezamos. Si lo hacemos, estamos renegando de una parte de nosotros. De lo que fuimos, de dónde venimos y del camino que recorrimos.
Así que detente. Mira a tu alrededor. Y tómate un momento para dar las gracias. Da las gracias a quienes te ayudaron a llegar hasta aquí. Y no dejes de recordar, ni de valorar, a quienes estuvieron contigo en los mejores y en los peores momentos. Porque un día, quizás seas tú el que dé una mano a alguien que lo necesita. Y si te das cuenta de que la persona a la que has ayudado no te ha valorado, sabrás lo que se siente. El agradecimiento es un pilar fundamental en la vida, y nunca debemos olvidarlo.
El agradecimiento es la llave que abre la puerta de la abundancia en tu vida.