29/07/2025
CONTRADICCIONES GENERALES
"Nadie puede decir de dónde proviene un libro, y menos que nadie la persona que lo escribe". No dejaré de agradecer el apoyo, porque, en serio, creí que solo iba a ir yo. El tiempo que, con generosidad, gastaron oyendo mi intervención es la vida misma.
Alcohólatras es un trabajo que costó mucho: inversión de existencia, investigación, recursos y discusiones.
El libro, como producto, implica edición, fotografía, diagramación, impresión y distribución, para recién entonces pensar en recuperar algo.
Es cuestión de espera, silencio, trabajo y riesgo de hacer el ingente ridíc**o frente al mundo.
Publicar, sin expoliar lo público o lo privado, no es poner un posteo de mi**da, vanagloriándose por cumplidos de gente que nunca leerá ni apoyará ese riesgo. El autor se juega algo más que dinero y tiempo: el paso de su obra al c**o de la historia, para bien o para mal.
No hablemos del nombre, porque es lo que menos importa.
Debo decir, a quienes invirtieron en comprar un libro y me han criticado por diversas ideas: no solo contribuyeron con una obra, sino con el mercado editorial, que tanto lo necesita.
No me quejo de nada, porque nadie me pidió meterme en esto. Respondo a mi falta de seriedad con la respiración y el compromiso con la mala vida.
“Digo a esta tierra la verdad; pero, como tierra ilustre y libre, la admiro, y como asilo, la amo.” Dijo Victor Hugo sobre Inglaterra.
A la ingratitud se le debe negar el derecho de extrañar. Por eso, para que no me pase, digo gracias por no dejarme solo. Abandonado siempre lo fui, y lo sé de maravilla.
No me gusta ir a entrevistas, porque, como dice Paul Auster: “La entrevista es una forma literaria degradada que no sirve de nada, salvo para simplificar lo que no debe simplificarse.”
Sí, yo también entrevisto artistas. Pero esto del arte, su ramazón y sus producciones, es como los pedos: es diferente si son tuyos.
Recuerdo un consejo de mi padre, el Sócrates de mi vida: “No te dejes llevar del primer impulso, no preguntes lo que no te importa y no dejes lo viejo por lo nuevo.”
Todo lo hice al revés, como ejercicio dialéctico, y aquí me tienen, con el malnombre de escritor.
M. Cadés.