19/09/2025
*LA UNIDAD DE HEMODIÁLISIS LOS RÍOS SIGUE OPERANDO GRACIAS AL APOYO DE LA PREFECTURA*
La Unidad de Hemodiálisis Los Ríos atraviesa uno de los momentos más complejos desde su creación. Con una deuda estatal que bordea los 9 millones de dólares, el centro médico se sostiene gracias al esfuerzo de la Prefectura y al compromiso de pacientes y personal de salud que se niegan a detener un servicio vital para la población.
El prefecto Johnny Terán recordó en una entrevista radial que cuando asumió la administración, la institución estaba “en crisis total”. Hoy, tras una inversión en infraestructura, remodelación de salas y actualización de equipos, la unidad se asemeja a un hospital de primer nivel. Sin embargo, la falta de pagos por parte del Ministerio de Salud y del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social amenaza su sostenibilidad. “Lo peor era cerrar, decidimos mantener la atención aún con sacrificios”, expresó Terán.
Frente a la problemática que amenaza la salud y la vida de los pacientes, Terán, en una decisión solidaria que ha sido aplaudida por la ciudadanía, decidió suspender el evento de elección de reina de la provincia y destinar esos recursos a la adquisición de insumos médicos para los pacientes renales crónicos. “Era penoso pedir ese esfuerzo a los pacientes, pero peor hubiera sido que se quedaran sin tratamiento”, añadió el prefecto.
Para los familiares de los pacientes, el centro no es solo una institución médica, sino un salvavidas que no puede apagarse por falta de recursos.
La magnitud de la deuda preocupa a los administradores. Con cada mes que pasa, el déficit se amplía, generando un escenario insostenible. Pese a ello, la Prefectura insiste en mantener el servicio, confiando en que los desembolsos estatales llegarán y permitirán regular la situación. “No hay institución que aguante este nivel de deuda, pero la vida está primero”, advirtió Terán.
Mientras tanto, cada sesión de diálisis de los 500 pacientes que se realiza en sus salas representa un triunfo contra la adversidad. En palabras de los usuarios, el centro sigue funcionando gracias a la decisión de no rendirse, aun cuando las cuentas por cobrar superan a los presupuestos disponibles.