25/03/2025
REINA DE SAN JACINTO-MANABI
EIMY MAILY DELGADO VELIZ 2024-2025
Quiero expresar mi sincero agradecimiento a Don Adrián Cueva y su familia por su generoso apoyo con las raciones, a Don Cristian Carreño Parraga por su colaboración y a mi abuelo, Claudio Veliz, por su ayuda incondicional. Gracias a su generosidad, pudimos llegar a las personas afectadas por las inundaciones en el balneario San Jacinto y sus alrededores, como San Alejo, San Clemente y Santa Teresa, brindándoles el apoyo que tanto necesitaban.
Asimismo, quiero agradecer al grupo de apoyo que siempre me ha acompañado en esta labor social: la señora Marcela Bermúdez, señora Eugenia Farías, señora Zoa Cobos, señora Juliana Santos, el señor Jorge Farías, mi tío Omar, mi prima Perla, Jesús Cueva y, especialmente, a mi mamá, Claudia Veliz. Su solidaridad y esfuerzo han sido fundamentales para llevar ayuda a quienes más lo necesitan.
También extiendo mi gratitud a todas las personas que contribuyeron con donaciones de ropa, permitiéndonos brindar un alivio adicional a las familias que lo perdieron todo.
Una vez más, nos reunimos para poder brindar el apoyo incondicional a la gente que más lo necesita. Comenzamos la tarde del sábado en la casa de mis abuelos, donde estaban todas las raciones que iban a ser entregadas. Con la ayuda de todas las personas que se encontraban allí, incluidos los niños que estaban presentes, trasladamos las raciones, los galones de agua y la ropa al carro que íbamos a utilizar para la entrega. Con cada esfuerzo, cargamos las raciones con mucho cuidado, conscientes de que cada bolsa, cada galón de agua y cada prenda de ropa haría una gran diferencia para las familias afectadas. Una vez que terminamos de trasladar todo, comenzamos a repartir las raciones en el balneario San Jacinto, asegurándonos de que cada persona recibiera lo que necesitaba para aliviar un poco su difícil situación.
Posteriormente, nos dirigimos al balneario San Clemente, en el sector La Perla, donde la situación era aún más compleja debido al lodo estancado que se encontraba en las calles. Las personas en ese sector, aunque golpeadas por las consecuencias de las inundaciones, se mostraban agradecidas y emocionadas al ver que no las habíamos olvidado. Fue un momento muy conmovedor, ya que muchos de ellos se alegraban al recibir las ayudas, sabiendo que su sufrimiento no había pasado desapercibido. Luego, continuamos nuestra labor y nos dirigimos hasta San Alejo, donde las familias también nos recibieron con gratitud y esperanza. Aunque las condiciones allí eran diferentes, el mismo sentido de necesidad y agradecimiento estaba presente en cada rostro.
Finalmente, llegamos al balneario Santa Teresa, donde fuimos con la misma intención de ayudar a las familias afectadas por las inundaciones, llevando apoyo y solidaridad. Allí también recibimos una cálida acogida, y las personas nos expresaron su agradecimiento por la ayuda recibida, lo que nos motivó a seguir adelante con nuestra misión.
Gracias a todos por ser parte de este esfuerzo y por hacer la diferencia con su apoyo incondicional!