03/08/2025
Había una vez un niño llamado Tomás. Cada mañana salía con prisa rumbo al colegio, con apenas unas monedas frías en el bolsillo. Sus padres casi no estaban. Trabajaban de sol a sol.
“Todo lo hacemos por ti”, decían con cansancio.
“Cuando seas grande lo vas a entender”, le repetía su madre desde la puerta, sin volver la mirada mientras se marchaba.
🏃♂️💼💔
Tomás usaba esas monedas para comprar galletas, gaseosas y papitas. 🍪🥤🍟 Eran pequeños placeres que le regalaban una ilusión fugaz de felicidad… solo por un momento.
En el recreo, mientras otros niños abrían loncheras llenas de cariño, envueltas en papel y amor, él solo tenía bolsitas de colores y azúcar.
Nadie le preguntaba si ya había comido.
Nadie notaba que cada vez hablaba menos.
Pasaron los meses. Su cuerpito comenzó a apagarse: tos persistente, fiebre, debilidad… 🤒🛌
Su mamá, ocupada, corría a la botica:
“Es el clima”, decía.
“Ya pasará.”
☁️🌬️
Pero no pasaba.
Hasta que un día, en el hospital, un médico la miró a los ojos y le pidió que se sentara. Su voz era suave… pero irremediable:
“Lo siento mucho. Es leucemia. En etapa avanzada.”
💔🩺
El tiempo se detuvo.
“No… no puede ser. Yo… ¡yo trabajo por él! ¡Por su futuro!”
El médico suspiró.
“A veces, en el intento de darles todo… olvidamos darles lo más importante: presencia, alimento real, escucha, cariño.”
“El cuerpo de Tomás gritó muchas veces… pero nadie lo escuchó.”
🥺
Semanas después, Tomás cerró los ojos en una cama de hospital. Su voz era apenas un susurro.
“Mami… ¿te puedes quedar solo un ratito más?”
Y ella se quedó. Por fin.
Pero ya era tarde.
🕯️🧸
Desde aquel día, en un rincón del parque, cerca de la escuela, hay una banca solitaria.
En ella, una placa sencilla dice:
“No esperes a tener tiempo para estar con tu hijo. Hazlo ahora. Porque el trabajo puede esperar. El amor, no.”
🌳🪑👣
♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡
Moraleja:
El trabajo puede darte logros, dinero, reconocimiento…
Pero jamás podrá devolverte un abrazo no dado, una cena compartida, una mirada que pedía ayuda.
Los niños no necesitan más cosas.
Necesitan más padres que se queden, aunque sea en silencio, aunque sea solo un ratito más.