22/10/2025
HISTORIA DE BOYACÁ.
Un eco de la música que marcó una época.
En los años 90, cuando las noches de Boyacá se llenaban de estrellas y el viento traía el aroma del campo, la música era el alma de la comunidad.
En aquel tiempo, la ESCUELA BOYACA N 48, hoy UNIDAD EDUCATIVA JUAN CRUZ AIZPRUA, era más que un lugar de estudio: era el corazón cultural del pueblo.
Las SERENATAS eran parte esencial de la vida parroquial. Los jóvenes, acompañados de guitarras, requintos y tambores improvisados, recorrían las calles empedradas para llevar canciones a las madres, a las maestras o a algunas muchacha que robaba suspiros desde una ventana.
El canto era puro sentimiento. Se interpretaban pasillos, albazos y sanjuanitos, melodías que hablaban de amor, amistad y esperanza.
Aquellas voces se mesclaban con las risas y el eco llegaba hasta los linderos del rio, con un mensaje de alegría y unión.
en esas mismas épocas, la escuela organizaba bailes y veladas artísticas para recolectar firmas. los padres, alumnos y vecinos colaboraban con entusiasmo: unos cocinaban, otros decoraban el salón comunal, y los músicos afinaban sus instrumentos bajo la luz de bombillos colgados de cables. las orquestas locales tocaban hasta el amanecer, y no faltaba el sonido del acordeón ni el zapateo de los bailadores en el piso.
Con el paso de los años, esas tradiciones fueron apagándose. las nuevas generaciones han crecido entre pantallas y parlantes modernos, mientras la serenata y los bailes quedaron guardados en la memoria de quienes vivieron, hoy solo las fotografías antiguas y los retratos de los mayores recuerdan esos días en que BOYACA vibraba al ritmo de su propia música.
Sin embargo en cada celebración escolar, en cada vox que recuerda aquellos tiempos, renace la esperanza de que las serenatas vuelvan a sonar.
Porque la historia Musical d BOYACA no a mu**to:
solo duerme en el corazón de su gente, esperando que vuelva a despertar.